Año de choque

Lo primero a destacar para el nuevo año es que, tal y como está el calendario en la Unión Europea, y tal y como van las cosas aquí, este Gobierno no cerrará la negociación sobre la reforma de la Política Agraria Común, pero sí que la dejará más o menos encarrilada, de ahí la gran responsabilidad que recae sobre Rosa Aguilar y su equipo, que además no cuentan con experiencia en «la cosa comunitaria», con la excepción del secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu.

Dicho lo anterior, en el ámbito interno toca comprobar si la nueva ministra del ramo tiene algo de sensibilidad hacia el sector agrario o sigue volcada en la «cosa medioambiental». La nueva normativa en el sector lácteo es otro de los retos que hay encima de la mesa. Tampoco debe olvidar aquella promesa de José Luis Rodríguez Zapatero, hecha hace un año, sobre el famoso Plan de Choque de apoyo al sector agrario, que se ha quedado más bien en agua de borrajas. La subida del precio de los cereales, que ha puesto en jaque a la ganadería española, muy dependiente del exterior tanto en estos productos como en las oleaginosas, será otro de los asuntos a seguir muy de cerca en los próximos doce meses.

Una vez más insisto en que sería conveniente saber si el actual modelo ganadero español es sostenible en un contexto de precios elevados de los cereales, o si es necesario buscar otro nuevo. En resumidas cuentas, que volvemos a estar ante un año difícil y complicado, con elecciones autonómicas de por medio.