Sevilla

Antonio Clemente: «Cuando llegué al cargo el PP estaba en un avispero»

Asegura que sus momentos más difíciles fueron la transición del anterior secretario general y la dimisión del ex presidente Camps

Antonio Clemente: «Cuando llegué al cargo el PP estaba en un avispero»
Antonio Clemente: «Cuando llegué al cargo el PP estaba en un avispero»larazon

El secretario general del PP, Antonio Clemente, está convencido de que el Congreso que los populares celebrarán los días 19 y 20 de mayo será fructífero principalmente para la sociedad. Aparentemente tranquilo, explica que no existe ni un ápice de división interna en el partido.

–¿Cómo afronta el Congreso del PP en Alicante?
–Con ilusión y con ganas de que sea un Congreso diferente. Una vez aparcado el debate de las personas, ya que hemos elegido como único candidato a Alberto Fabra, debemos centrarnos en el debate de las ideas. Tenemos muy cerca el recuerdo del cónclave socialista y de ese encuentro no se ha trasmitido nada a nivel ideológico. No ha habido ninguna propuesta o idea para salir de la crisis. Me gustaría que el Congreso ‘doce más uno' del PP marcara la diferencia.

–¿Qué características debe tener un buen secretario general?
–Una persona paciente, negociadora, con talante y talento y ha de transmitir serenidad entre los militantes. Es una responsabilidad muy bonita, pero a su vez complicada.

–Después de dos años en el cargo, ¿está cansado?
–No, estoy satisfecho, el balance es positivo. Cuando llegué a la secretaría general, el PP estaba en un avispero, con una serie de problemas importantes que entre todos hemos solucionando, para lo cual he puesto mi grano de arena.

–¿Cuál ha sido el momento más difícil?
–Ha habido dos: la transición del anterior secretario general a mí y el cambio del presidente Camps al presidente Fabra. Serían los dos instantes de más tensión dentro de la estructura del partido. Pero los dos procesos se resolvieron bien, con tranquilidad y serenidad. La obligación del secretario general es la de buscar soluciones, pero también la de transmitir mucha tranquilidad.

–¿Acude el PP a la cita como un partido unido?
–Totalmente. En las fases precongresuales siempre se produce un cierto «ruidillo», pero el hecho de que sólo haya una opción quiere decir que ganará Fabra y estoy convencido de que lo hará con una amplia mayoría.

–¿Superará el 98 por ciento de apoyo que obtuvo Camps en 2008?
–No me gusta establecer comparaciones. Creo que Camps fue un magnífico presidente y que Fabra lo es también.

–¿Se ha acabado con las facciones en la provincia de Alicante?
–No va a haber ningún problema. Las facciones dentro del partido ya no tienen recorrido. Tenemos ya más de 140.000 afiliados y le hemos ganado al PSOE las elecciones 21 veces seguidas. Sólo tenemos un candidato y tiene el respaldo de los alcaldes, diputados, senadores... en total, más de 600 avales.

–Se especula mucho sobre su puesto en el futuro organigrama del partido. ¿Le gustaría repetir como secretario general?
–Ésa es una decisión que compete exclusivamente al presidente Alberto Fabra, que tiene que presentar su equipo y decidir quién le acompañará en esta nueva fase. Nos gustaría que tras el Congreso se pudiera hablar, en el buen sentido, de un avance todavía mayor de la imagen del Partido Popular.

–¿Cree que el presidente podría destinarle a la portavocía del grupo parlamentario?
–Se ha hablado de eso, se hacen quinielas, pero a los ciudadanos realmente no le interesan. Lo que quieren saber es qué propuestas tiene el PP en una situación en la que la gente está mal por la tasa de paro y los problemas económicos.

–¿Fabra le ha comunicado ya algo en cuanto a su futuro en la estructura interna?
–No. Hemos hablado mucho del Congreso y de las ponencias, pero no hemos entrado en el debate de quién tiene que ir en cada sitio.

–¿Cree que teniendo en cuenta que el presidente es de Castellón y el número dos del Consell, de Alicante, el secretario general debería ser de la provincia de Valencia? ¿Debería haber un reparto territorial?
–Ha de haber representación de las tres provincias, pero no nos podemos ajustar obligatoriamente a que tenga que ser una persona determinada según su procedencia. Estoy convencido de que el deseo del presidente es que estén los mejores en los mejores puestos.

–¿Tiene libertad total el jefe del Consell para formar su nuevo equipo?
–Estoy absolutamente convencido de ello.

–Una de las ponencias más importantes es la de Estatutos que hará Jorge Bellver, ¿habrá diferencias sustanciales con respecto a lo que ya se aprobó en el Congreso del PP nacional en Sevilla?
–Hay que recordar que el ponente fue Fabra, por lo cual la ponencia regional no será muy diferente a la nacional. Aun así, el presidente quiere que vayamos más allá. El texto, que todavía se está elaborando, reflejará el deseo de que el partido sea más abierto todavía, más transparente y con más participación.

–Pero sobre el asunto de la disciplina de partido y de las medidas que se tomarán con personas afiliadas o altos cargos que puedan estar salpicados en casos de corrupción, ¿habrá alguna aportación más?
–Quedó bastante claro el punto de vista del partido en Sevilla, por lo que en principio, no. Habrá un paso adelante en otras facetas, pero de todas formas es un debate que está todavía abierto.

–¿La aplicación de este Código ético tendrá consecuencias en personas como la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, o el presidente del PP de Castellón, Carlos Fabra, por ejemplo?
–Estos temas se irán resolviendo en el tiempo. Siempre hemos defendido la presunción de inocencia. En su momento, la ponencia que se elaboró, fue arriesgada y valiente por parte del PP. A los hechos me remito e iremos viendo cómo van desarrollándose.

–Se ha dicho que este es el Congreso de la renovación. Tradúzcamelo a números.
–Nunca he creído en las cuotas en ningún sentido. Tienen que estar las personas más cualificadas para los puestos de mayor importancia. Es mejor que haya representación de hombres y mujeres y personas de todas las edades, pero no vamos a marcar porcentajes. Aunque es un tema que ha levantado cierto debate.

–¿Qué papel va a tener en el cónclave el expresidente de la Generalitat, Francisco Camps?
–Es evidente que Camps tendrá un reconocimiento por la labor que ha realizado y por la generosidad que tuvo cuando abandonó la presidencia de la Generalitat y del partido. No puede ser de otra manera.

–¿Hay que descartar que ocupe algún cargo en la dirección del partido?
–Es una competencia del presidente, pero a mí de una persona que ha sido presidente del partido y de la Generalitat... ¿no lo ve un poco complicado? En cualquier caso, lo tendrá que plantear Alberto Fabra.

–El PSPV asegura que si hubiera elecciones mañana el PP perdería su mayoría absoluta.
–He tenido acceso a esa encuesta y el PP no pierde la mayoría absoluta. No puedo dar más información al respecto porque no es un sondeo nuestro, pero es importante destacar que nunca se ha hecho pública.

–El Gobierno de Rajoy está adoptando unas medidas muy duras y además muchas de ellas contradicen su programa electoral, ¿cree que los votantes lo perdonarán?
–En las elecciones generales los ciudadanos ya sabían que la situación está muy complicada, pero aún así han demostrado que quieren que sea el PP quién resuelva la situación. Eso no quiere decir que la mayoría absoluta sea una carta blanca, pero los ciudadanos siguen pensando que el partido más capaz de solucionar sus problemas es el PP. Es más, estoy convencido de que lo siguen pensando, pese a que son medidas impopulares. En este sentido, estamos haciendo un esfuerzo para que entiendan la importancia de adoptarlas.

–¿Se podría producir la paradoja de que se toleraran más los casos de corrupción que los recortes? La calle está muy «caliente»...
–Asumimos que son medidas impopulares, pero es la única política que puede hacerse en estos momentos. No olvidemos que tenemos una oposición que no está ejerciendo su responsabilidad con los ciudadanos, porque está utilizando ese descontento en beneficio propio. Es grave y espero que en las próximas elecciones recuerden cuál fue la actitud del PSOE, que lejos de arrimar el hombro, está animando a los ciudadanos a salir a la calle y ésta no es ahora la solución.

–Los políticos son una de las principales preocupaciones de los ciudadanos, ¿qué puede hacer el PP para resolverlo?
–Somos conscientes de que no tenemos buena prensa, por lo que hay que intentar mejorar la imagen de los políticos. Hay que reflexionar sobre lo que hemos hecho bien y sobre lo que no hemos hecho tan bien y modificar lo segundo. Hemos de transmitir que los políticos son gente que tiene que estar al servicio de la ciudadanía y el que no lo entienda así no debe estar en este mundo.

–Usted es diputado, tiene un sueldo más que digno y no se lo han bajado. ¿Cómo puede explicar esto a un profesor, a un médico o a cualquier funcionario, que sí han visto reducir sus nóminas?
–Sí ha habido ajustes salariales a los políticos. En Les Corts se están realizando también importantes ajustes. Pero los políticos en general deben tener un sueldo lo suficientemente digno para que sean personas capaces. En este momento, un sueldo de un director general o de un conseller por ejemplo, está muy por debajo del de cualquier persona de una empresa privada con una responsabilidad bastante menor. No digo que el salario tenga que ser una motivación para estar en la política, pero tampoco tiene que ser considerado indigno.

–Uno de los principales argumentos que esgrima la oposición contra ustedes es el servilismo. ¿Como puede entenderse ese cambio de reivindicaciones tan importantes para las que se ha rebajado tanto el tono?
–Seguimos manteniendo las reivindicaciones: agua, financiación, infraestructuras... Vamos a seguir exigiendo lo que se merecen los valencianos independientemente del signo político del Gobierno. Si no lo hemos transmitido así, pues es que hemos fallado en la transmisión.

–Pero no sólo es la oposición, la patronal también se ha quejado de que los presupuestos no son justos para la Comunitat.
–Los presupuestos generales son lo que pueden ser. En este momento no podemos ir más allá. Son evidentemente austeros, pero responsables ante la mala situación que ha dejado el Gobierno de Zapatero, que no quería tomar las medidas necesarias porque sabía que eran impopulares y ha retrasado la elaboración de los presupuestos para obtener un rédito político. Pero los ciudadanos, cuando las cosas están mal, confían en el PP.

–En Andalucía no ha ocurrido precisamente eso...
–En Andalucía hemos ganado las elecciones. Ha bajado la expectativa del resultado que se esperaba obtener, pero las hemos ganado. Sólo un pacto entre PSOE y EU les permitirá gobernar.

–Se empeñan en asegurar que la Comunitat no va a ser intervenida, pero diariamente desde Madrid se repite la misma advertencia. ¿Por qué cree que hay tanto interés en repetir esa idea?
–No vamos a ser intervenidos y no le daría más importancia que a la de un simple rumor. ¿Con qué intencionalidad? No lo sé, pero lo claro es que vamos a defender la autonomía de la Comunitat, pensamos que es un estado autonómico que ha funcionado y hemos tenido muchos años de prosperidad. No se puede responsabilizar a la autonomía de la situación económica.

–Recientemente el principal partido de la oposición eligió a un nuevo secretario general, a Ximo Puig. ¿Qué le parece la nueva etapa del PSPV?
–Estoy expectante y esperanzado de tener una oposición con la que poder hablar. Espero que sea otro tipo de oposición, porque la de antes era equivocada. También lo pensaban ellos, que han dado un giro de 180 grados a su política.


Cita clave para la hegemonía de Fabra
Los Congresos del Partido Popular son muchos más tranquilos que los del PSPV. Como aspirante, únicamente concurre el ya líder Alberto Fabra. La cuestión será ahora el porcentaje de apoyos que conseguirá de sus compañeros de partido. De momento, obtuvo más de 600 avales. En cuanto al cónclave, habrá tres ponencias: sobre la organización interna del partido, política social y medidas económicas.


DE CERCA
Clemente tuvo una dura tarea nada más aterrizar en la secretaría general de los populares valencianos. Fue nombrado por el ex presidente Camps para sustituir a Ricardo Costa, imputado en el caso relacionado con la trama «Gürtel».