Cataluña

Control político de la escuela

La Razón
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Madrid- A lo largo de dos décadas, en el periodo comprendido entre 1981 y 2000, Cataluña completó el proceso de traspaso de competencias en materia educativa desde el Gobierno central al de la Generalitat. Son competencias educativas del Gobierno de la nación las bases del currículo educativo, la ordenación general del sistema y la regulación para la obtención de titulaciones, y por otra parte las CC AA completan el currículum educativo incorporando las enseñanzas mínimas marcadas por el Gobierno central. Estas enseñanzas mínimas representan el 55% del horario en las CC AA con lengua propia, como es el caso de Cataluña. En la última década asistimos a un crecimiento electoral de las candidaturas nacionalistas en Cataluña, desde las más moderadas a las más radicales.
Si nos remontamos a los años 1998 y 1999, los inmediatamente anteriores a la culminación de las transferencias en materia educativa a Cataluña, comprobamos con los datos del CIS que el sentimiento secesionista estaba muy limitado, al 12% y 13%, respectivamente. En el primer año de plenitud competencial en educación, 2000, el porcentaje de independentistas salta al 20%, para incrementarse al año siguiente al 36%, duplicando la que tres años antes registraba el CIS. Cambiando de fuente, el CEO catalán, registra también aumentos paulatinos en el respaldo a la secesión que ya han alcanzado al 51.1% de la población en 2012.
 

La era de los «ni-nis»; por Joan Planes
Los problemas educativos en los colegios catalanes son palpables desde hace años. La tasa de abandono prematuro de los estudios casi dobla a las perspectivas que tiene la Unión Europea para 2020. Un informe de la Fundación Jaume Bofill indicó que Cataluña es la segunda comunidad autónoma de España con un índice más bajo de aprobados en ESO (el 21,8% de los alumnos no consigue el título).
Otro problema muy grave es el referente a lo que se llama la generación «ni-nis», los jóvenes que ni estudian ni trabajan. Desde 2007, el número de jóvenes catalanes de entre 16 y 24 años se ha incrementado en siete puntos porcentuales. En 2011 fueron el 21,9% dentro de esta franja de edad, una prevalencia muy superior a los niveles del resto de España (20%) y la UE (16%). De esta manera, Cataluña se sitúa como el cuarto territorio europeo con más jóvenes que ni trabajan ni estudian, sólo superado por Bulgaria (27,9%), Italia (25,2%) y Grecia (24,4%). Es la séptima comunidad española con más «nini». Este fenómeno afecta especialmente a la población masculina, de nacionalidad extranjera y con un déficit instructivo. Existe otro informe, de la Generalitat, que indica que el fracaso escolar entre los castellanohablantes es el doble que el de los catalanohablantes, un argumento que contradice la política de inmersión lingüística, que se aplica desde los 80.