La gripe A regresa y se cobra diez vidas en Reino Unido

Sin embargo, la preocupación por sus efectos se ha reavivado. En Reino Unido, diez personas han muerto infectadas por el virus H1N1 en apenas seis semanas. No es el único país: las autoridades sanitarias de Finlandia han detectado un nuevo brote epidémico de la gripe A que podría afectar actualmente a centenares de personas.

«No lo vemos como algo extraordinario, pero sí tiene mayor envergadura de lo que esperábamos», afirmaba al rotativo «The Independent» John Watson, director del departamento de enfermedades respiratorias de la Agencia de Protección Sanitaria (HPA).
Brotes en colegios

Las autoridades han detectado un aumento en la actividad del virus, tanto de gripe estacional, como de gripe A y B. Sólo en la última semana se han registrado nueve brotes del H1N1, ocho de ellos en escuelas y otro en un cuartel militar situado en Yorkshire. Del mismo modo, se han recibido informes de pacientes con afecciones graves.
Todos los fallecidos eran adultos de menos de 65 años. La mayoría presentaba enfermedades que complicaron la infección. Sólo unos pocos se encontraban completamente sanos cuando se les detectó el virus.

Los casos se dieron en todo el territorio del Reino Unido, según informó la HPA. «Parece que estamos a la cabeza en este sentido. Otros países europeos están empezando a notar la actividad del H1N1», añadió Watson. El miedo de los expertos se centra ahora en que el virus pueda mutar, lo que lo haría más peligroso. La mutación podría significar también su propagación a sectores más jóvenes de la población.

Según «The independent», cinco de los diez fallecidos no había sido vacunado contra la gripe. Y es que las tasas de vacunación han descendido con respecto a años anteriores. «Esto demuestra que los efectos de la gripe no pueden ser subestimados. No es lo mismo que pillar un catarro; puede afectar seriamente a la salud», afirmó al rotativo el profesor David Salisbury, director de inmunización del Departamento de Sanidad.

«Se está propagando»
En Finlandia, el brote tiene su origen en un cuartel militar de la ciudad de Parola, a 110 kilómetros al norte de Helsinki. Alrededor de 200 reclutas que se encuentran realizando el servicio militar han mostrado síntomas de gripe A. De momento sólo se han confirmado siete casos, informa Efe. Además, se detectaron varios casos entre la población civil de la misma región y en otros tres cuarteles del oeste y el norte del país. Así, las autoridades sanitarias finlandesas se preparan para afrontar una nueva epidemia.

«Es evidente que la enfermedad se está propagando entre los reclutas, sus familias y otras personas, así que es difícil detener una epidemia ahora que tanta gente ha caído enferma», afirma Ilkka Julkunen, profesor del Instituto Nacional de Salud y Bienestar de Finlandia (THL).

Según el profesor, las próximas semanas serán decisivas para conocer con qué velocidad y con cuánta virulencia se extiende la epidemia, aunque confía en que ésta no será tan grave como la de 2009, ya que más de la mitad de la población finlandesa está vacunada. La pandemia de gripe A del pasado invierno costó la vida a 44 personas en el país nórdico.

Entre otras recomendaciones, la OMS pidió el pasado mes de agosto a todos los países que «siguieran vigilantes», pues la evolución del virus es «impredecible». Y es que, entrar en el periodo postpandémico «no significa que el virus haya desaparecido». Margaret Chan, directora general de la OMS, reconoció que el hecho de que «entre un 20 y un 40 por ciento de la población haya resultado infectada por el H1N1» supone la existencia de «cierto grado de inmunidad protectora». Eso sí, también sugirió que la enfermedad podría «seguir provocando una grave morbilidad entre los grupos de edad más joven».

Alrededor de 18.500 personas fallecieron en todo el mundo como consecuencia de la gripe A, 350 de ellas en España. Mientras, una gripe estacional acaba con entre 250.000 y 500.000 vidas en el mundo y entre 1.000 y 4.000 en nuestro país.