Cataluña

Mas-Colell alerta de que los impagos se pueden repetir

Culpa al Gobierno por no asegurar liquidez. No sabe cuándo pagará los 70 millones que debe al tercer sector

Cleries y Mas-Colell no convencieron ayer con sus explicaciones en el Parlament
Cleries y Mas-Colell no convencieron ayer con sus explicaciones en el Parlamentlarazon

BARCELONA- «Me inquieta casi más la cara de preocupación de Mas-Colell, que la prima de riesgo esté por encima de los 500 puntos», comentaba ayer un periodista minutos antes de que los consellers de Economía y Bienestar Social y Familia, Josep Lluís Cleries, comparecieran ante la Diputación Permanente del Parlament para explicar por qué el Govern no ha pagado la mensualidad de julio de los conciertos con centros sanitarios, educativos y del tercer sector. Mas-Colell, el conseller al que adoran los fotógrafos por sus múltiples registros expresivos, ayer sólo transmitía malestar.

Malestar porque «la caja está vacía», porque la Generalitat no ha cumplido con sus deberes y el mes de julio no pudo pagar los convenios que tiene con las entidades sociales, y porque no puede garantizar que «este problema se repita cada mes», admitió el conseller de Economía.

En manos del Gobierno
Un día después de tender la mano al Gobierno, tras una semana de máxima tensión, Mas-Colell no tuvo reparos para culpar al Estado de la dramática situación en la que se encuentran las arcas catalanas. Con un tono pedagógico, aprendido durante los años que pasó como profesor de Harvard y la Universidad de California, explicó que la Generalitat tiene un problema de liquidez y tesorería, que «donde tenemos 100, tendríamos que tener 120 para atender nuestras obligaciones mensuales». Admitió que, según fija la Ley de Estabilidad Presupuestaria, primero se pagaron las deudas, luego las nóminas de los empleados y los 50 millones correspondientes a prestaciones individuales, como la renta mínima de inserción y los complementos de las pensiones no contributivas. Pero a partir de ahí, en julio no se pagaron los conciertos, «ni la luz, la vigilancia, la limpieza, el teléfono ni los peajes de Abertis», desveló.

Recordó que los mercados han cerrado el grifo y que el único banco al que puede recurrir la Generalitat es el del «Reino de España». Pero el Tesoro del Estado, «es un banco imperfecto», lamentó, antes de avisar de que «o el Gobierno envía la liquidez que necesita Cataluña o este problema se repetirá cada mes».

Para evitarlo, Mas-Colell instó a Rajoy a poner en marcha «cuanto antes mejor» el fondo de liquidez. Aunque hasta que no conozca los detalles no confirmará si Cataluña pedirá ayuda financiera, confía en que el fondo de rescate de un respiro a la Generalitat.

Ni Mas-Colell ni Cleries se atrevieron a decir cuándo abonarán la deuda de julio. El conseller de Bienestar y Familia cifró el impago de a las entidades sociales en 70 millones. Aunque el Govern sólo reconoció esta deuda, la sanidad concertada cifró en 345 millones lo que el Govern le ha dejado a deber, mientras que las escuelas concertadas calculan que el impago ronda los 10 millones.

Bronca con la oposición
De las explicaciones de los consellers, lo único que aceptó la oposición fueron las disculpas. «De entrada disculpas», empezó Mas-Colell. «Agradezco la madurez del sector social, que ha sabido estar a la altura», reconoció por su parte Cleries. Aunque el conseller de Bienestar Social perjuró que «no se ha desatendido a nadie», ni sus explicaciones ni su tono, más sosegado que el de Mas-Colell, convencieron. El PSC a quien el Govern señaló como corresponsable –por haber dejado «la caja vacía»– y el PP reprocharon que están hartos de la cantinela de que «la culpa la tiene el Gobierno y que con el pacto fiscal esto no pasaría». ICV preguntó por una carta de la Generalitat donde pide a las entidades que trabajan con la infancia que no hablen con periodistas. La tensión pudo con Mas-Colell que acabó a gritos con el socialista Joaquim Nadal.