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En Libia hay diez veces más armas que en Irak tras la caída de Sadam

En Libia hay 10 veces más armas que las que había en Irak en 2003, cuando cayó Sadam Hussein. Por ello, el investigador de Human Rights Watch, Peter Boukaert, advierte del riesgo de una insurgencia al estilo iraquí, que surja en la posguerra a partir de los restos del régimen de Gadafi.

Los soldados gadafistas, como los que aparecen en esta imagen, podrían llegar a convertirse en una guerrilla insurgente como la que se formó en Irak en 2003, tal y como ha advertido el investigador de Human Rights Watch, Peter Boukaert.
Los soldados gadafistas, como los que aparecen en esta imagen, podrían llegar a convertirse en una guerrilla insurgente como la que se formó en Irak en 2003, tal y como ha advertido el investigador de Human Rights Watch, Peter Boukaert.larazon

Por una parte, existe el problema de la gran cantidad de armas que andan sueltas y descontroladas en el país como todas las que fueron sustraídas de los depósitos de Gadafi. Por otra parte, están las armas más letales que se cree que tenía el coronel y ahora se encuentran en paradero desconocido.

Según HRW, en Libia hay 20.000 misiles tierra-aire, que pueden abatir aviones y son los que, por ejemplo, usó Al Qaida en su ataque contra dos aviones israelíes en Mombasa en el año 2002. «La comunidad

internacional ha centrado su atención en los misiles debido a su peligrosidad», dijo Boukaert, «pero los proyectiles normales son un riesgo mayor para la población civil», especialmente los explosivos empleados en Irak para construir bombas caseras.

El portavoz de Asuntos de Defensa del CNT en Trípoli, Abdu Busim, aseguró a LA RAZÓN que las autoridades revolucionarias han estado recogiendo armas desde que entraron en la capital: «las tenemos casi todas bajo control, aunque algunas se perdieron durante la batalla por la ciudad».
Según Busim, el problema es que la OTAN estaba bombardeando los depósitos y arsenales del régimen y, por tanto, Gadafi escondió las armas en casas privadas, en granjas a las afueras de Trípoli, y ahora es difícil recuperarlas: «la gente tiene miedo a entregarlas porque serían acusados de colaborar con el régimen gadafista», explicó el portavoz de Defensa.

Busim aseguró que las armas químicas de Gadafi fueron su prioridad cuando entraron en la ciudad de Trípoli. «Sabemos dónde están y las tenemos controladas», aseguró el portavoz, que también destacó que lo que más preocupa en estos momentos son las minas y los explosivos, más fáciles de usar por cualquiera.