Cataluña

Chivatos

La Razón
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Ya habíamos escuchado casos de «chivatismo» por el afán recaudatorio del Estado a través de las multas de tráfico. Empezó a ser un deber chivarse si alguien no cumplía las normas de circulación que atañen al Gobierno, como pasar la ITV. Se trata de perseguir a los despistados, delatar a los más rezagados y engrosar así las arcas del Estado. Los camioneros saben bien de lo que hablamos. Fue también un chivatazo lo que nos desalentó en la lucha contra ETA. Ahora es la ministra de Sanidad quien nos insta a ser unos chivatos, ¡que nos chivemos de quien fuma dice! como los Comités de Defensa de la Revolución, creados en Cuba en 1960 para «establecer un sistema de vigilancia colectiva». En esos insolidarios comités nos quiere convertir para que nadie se desmande. Ya sorprendió que en Cataluña se espiase y multase a quienes no rotulan en catalán, y que advirtieran incluso de que las empresas que mostrasen «simpatía» por la Selección española: «serán vigiladas y denunciadas si incumplen la Ley de Política Lingüística». La represión esparcida en forma de leyes, desgraciadamente atañe a nuestros pilares. Los padres no tienen ya derecho a decidir sobre las decisiones de sus hijos adolescentes ni los alumnos podrán contemplar la imagen de Cristo en sus aulas. Y podíamos seguir con prohibiciones, pero ¡schss! no demos ideas, que puede que alguien te denuncie.