Ankara

Erdogan acusa de difamación a los embajadores de EEUU

El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha acusado este miércoles de difamación a los embajadores de Estados Unidos, después de que algunos de los documentos filtrados por la página web Wikileaks indicaran que, según diplomáticos estadounidenses, Erdogan tiene varias cuentas bancarias en Suiza, es un dirigente autoritario que odia a Israel y su Gobierno tiene influencias islámicas.

Los cables diplomáticos publicados por Wikileaks también revelan una compleja y difícil relación entre Estados Unidos y Turquía. Por ejemplo, los diplomáticos norteamericanos expresan sus dudas de que Ankara esté orientada hacia Occidente y se refieren a discusiones entre ambas partes por el programa nuclear de Irán.

Erdogan ha subrayado este miércoles en un acto en Ankara que "Estados Unidos debería pedir responsabilidades a sus diplomáticos"por estas filtraciones. "Estados Unidos es responsable en primera instancia de las difamaciones que hacen sus diplomáticos con sus interpretaciones incorrectas. En esos documentos hay mentiras e informaciones incorrectas", ha añadido.

Las autoridades turcas han restado importancia al impacto de estos documentos en las relaciones turcoamericanas, y el presidente turco, Abdulá Gul, incluso ha sugerido que detrás de estas revelaciones hay un complot.

Pero las declaraciones de Erdogan ponen de manifiesto que este tema ha molestado a Ankara más de lo que podría parecer. El primer ministro ha sugerido que las autoridades turcas se están planteando emprender acciones legales contra algunos diplomáticos estadounidenses, y un diario turco ha afirmado que el presidente norteamericano, Barack Obama, ha llamado por teléfono a Gul y a Erdogan para intentar calmar los ánimos.

En 2004, el entonces embajador de Estados Unidos en Turquía, Eric Edelman, describió a Erdogan como un político con una "ambición sin freno que procede de la creencia de que Dios le ha elegido para que gobierne Turquía".

En otro cable de 2004, Edelman dice: "Dentro del partido, el ansia de poder de Erdogan se manifiesta en un marcado estilo autoritario y en una gran desconfianza hacia otros. Como ha dicho un antiguo asesor espiritual de Erdogan y de su esposa, 'Tayyip Bey cree en Dios (...) pero no confía en él".

Cuando se refiere a la presunta corrupción en la formación del primer ministro, el AKP, Edelman indica que, según "dos contactos"de la Embajada, Erdogan "tiene ocho cuentas en bancos suizos". Pero el jefe del Gobierno turco ha asegurado que no tiene "ni un penique"en bancos suizos y ha añadido que dimitirá si se demuestra que miente.

"Vamos a continuar el proceso contra estos diplomáticos en el marco del Derecho Internacional. Se está trabajando en ello", ha declarado Erdogan.

Los cables diplomáticos también revelan la preocupación de los diplomáticos estadounidenses por la política exterior turca y por las diferencias con Ankara respecto al programa nuclear de Irán. En la última ronda de sanciones contra Teherán que se aprobó en el Consejo de Seguridad de la ONU, Turquía votó en contra.

Según un documento reciente, el embajador James Jeffrey recriminó a una autoridad del Ministerio de Exteriores turco que Erdogan hubiese calificado de "habladurías"las informaciones en torno a la industria nuclear iraní y la supuesta ambición de Teherán de obtener armamento atómico.

Por otra parte, durante un encuentro en octubre de 2009 entre Jeffrey y su homólogo israelí, el embajador hebreo definió a Erdogan como un "fundamentalista"que odia a Israel.

Un análisis final del diplomático norteamericano redactado en enero de 2010 señala que aunque Turquía ha comenzado a centrar su política exterior "en el mundo islámico y la tradición musulmana", esto no significa que quiera abandonar su tradicional orientación pro occidental y su deseo de cooperar. Jeffrey sugirió una nueva aproximación de Estados Unidos en la que conviene entender que Turquía "va por su propio camino".