Crítica de cine

La Fura sin manchas

La Razón
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La Fura dels Baus, uno de los grupos artísticos más rompedores, iconoclastas, experimentadores y arriesgados de nuestro país, anunciando detergentes. La propuesta ya plantea una notable dosis de creatividad, y afortunadamente el resultado no desmerece: se trata de la Fura haciendo de las suyas, pues como señala su director, Pep Gatell, «se han pasado la vida manchando las cosas». La parte publicitaria se deja a la presentación del producto, pues eliminar las manchas de La Fura es sin duda uno de los mejores ejemplos posibles para afirmar que «Sin Manchas de KH-7 funciona».La Fura asume así el papel de prescriptor experto en un terreno que conoce perfectamente, ya que en sus espectáculos es casi imposible que los actores terminen impolutos. Se trata además de un buen ejemplo de las sinergias entre el arte y la publicidad: La Fura dels Baus necesitaba apoyo y patrocinio para su obra «Degustación de Titus Andrónicus», donde hay una cocina en directo que provoca todo tipo de manchas, y KH Lloreda aprovechó la oportunidad de mostrar la eficacia de sus productos.El resultado, tras 2.400 litros de pintura y agua, 200 kilos de harina y 3 días de rodaje, es uno de los anuncios más originales y rompedores del complicado sector de los productos de limpieza, que se aleja de los clásicos esquemas dirigidos al ama de casa tradicional. Porque lo que más destaca en el «spot» es que recoge perfectamente el estilo, ritmo, dinamismo y espíritu de la Fura, cuyos actores producen todo tipo de manchas de forma casi violenta y agresiva, para dar luego paso al protagonismo obligado del producto que dejará todo blanco inmaculado. La virtud del anuncio es precisamente que se trata de un microespectáculo cuyo único reparo es posiblemente su corta duración, pues da ganas de recrearse más con las explosiones de harina, los cubos de pintura, las mezclas, tonos y matices de todas las gamas y colores vivos que caen violentamente sobre los actores.Mención expresa merece KH Lloreda, una empresa familiar que lucha en un terreno dominado por multinacionales y demuestra cómo incluso en las épocas más complicadas puede ser positivo apostar por la publicidad, y hacerlo además a lo grande.