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Los rebeldes libios controlan ya la energía de Trípoli

«Es el momento de que Gadafi se marche. Creemos firmemente que sus días están contados», proclamaba ayer el subsecretario de Estado estadounidense para el Norte de África y Oriente Medio, Jeffrey Feltman. Y esta vez parece que va en serio.

Un grupo de rebeldes, durante los combates del pasado viernes en la ciudad de Zawiya
Un grupo de rebeldes, durante los combates del pasado viernes en la ciudad de Zawiyalarazon

A tenor de las últimas victorias de los rebeldes, que controlan Zawiya (a sólo 40 kilómetros de la capital libia), donde se encuentra una de las principales refinerías que aún controlaba el régimen de Gadafi, parece que los suministros energéticos de Trípoli han cambiado de manos. Unos suministros que son, además, cruciales para movilizar a los escasos efectivos militares fieles al dictador.

La refinería de Zawiya produce unos 120.000 barriles diarios de crudo y es actualmente el principal proveedor de carburante para Trípoli. La semana pasada, los rebeldes tomaron el control de parte de la ciudad y sobre todo la ruta que comunica con la frontera de Túnez, con lo que cortaron las vías de aprovisionamiento del Gobierno libio. La otra vía de aprovisionamiento, la terminal petrolera de Brega, ya había caído en manos rebeldes.

La agónica situación de Gadafi ha provocado una oleada de deserciones en sus filas. Ayer, el número dos del antiguo régimen libio, Abdelsalem Jalloud, se exilió en Italia, mientras el director de la Compañía Nacional de Petróleo, Omran Abukraa, no regresó a Trípoli tras una gira por Italia.