El fuego arrasa la Sierra del Molino y provoca el caos en Calasparra

CALASPARRA- Eran cerca de las siete de la tarde del pasado martes cuando se empezó a mascar la tragedia dentro de la Sierra del Molino. Entonces, unos vecinos avisaban a miembros de Protección Civil para advertirles de la presencia de dos focos humeantes en el monte en lo que parecía ser el epicentro de un incendio.

Por desgracia, los primeros presagios no tardaron en concretarse y se declaró el fuego en la mencionada sierra que se encuentra en un terreno lindante entre los términos municipales de Calasparra y Cieza. La situación se agravó por la inoportuna acción del viento que fagocitó que las zonas con fuego situadas en la solana encumbraran con notable facilidad. Este hecho provocó que resultara imposible ejercer un control sobre el fuego que con ligereza se extendió hacia la cumbre de la sierra reduciendo a cenizas todo el espacio natural que encontraba a su paso. Con este panorama, y ante el claro riesgo de que el incendio fuera avanzando sin demora, se adoptó por parte del Gobierno autonómico poner en marcha el dispositivo requerido para hacer frente a las llamas.

De esta manera, antes de las ocho de la tarde se desplazaron al lugar de las llamas un helicóptero de la base de Alcantarilla con brigada heliotransportada y técnico de Extinción a bordo. Aún así, otro de los objetivos que resultaba prioritario era evitar que el fuego llegara a los cascos urbanos más próximos, especialmente a la localidad de Calasparra que se encuentra a escasamente un kilómetro y medio de la sierra en la que las llamas campaban a sus anchas. Por esto, llegaron a la zona de monte retenes de Cieza, Cehegín, Caravaca y Blanca. De igual manera, participaron tres vehículos de intervención rápida de Caravaca, Mula y Cieza. La actuación de los bomberos debía de ser efectiva y veloz en la misma medida. Con esa intención, llegaron a la zona donde el fuego se mantenía activo dos helicópteros con base en Zarcilla y la sierra de la Pila y otro par de aviones procedentes de Albacete, así como una docena de bomberos procedentes de Cieza y Caravaca con cinco vehículos y nueve retenes procedentes de Blanca, Jumilla, Cieza, Cehegín, Caravaca, El Valle, Mula, Ricote y Totana. Las primeras sensaciones que vinieron sobre la personas de este primer contingente de choque fueron las de la impotencia y el desánimo al comprobar como las llamas se habían hecho con la práctica totalidad del terreno y en apenas unas horas arrasaron las tres cuartas partes de la Sierra del Molino. En torno a la medianoche del pasado martes la superficie calcinada ascendía a las 500 hectáreas. Motivo por el cual la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) activó el nivel tres por las dimensiones del fuego que llevaron a catalogar la situación como de Gran Incendio.

Rápidamente se desplazaron hasta el lugar de los hechos miembros del Ejecutivo regional y del mundo político murciano. De esta manera, llegaron a la zona el presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel; el consejero de Justicia y Seguridad Ciudadana, Manuel Campos; el consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá; el director general de Emergencias, Luis Gestoso; el alcalde de Calasparra, Jesús Navarro; el secretario general de los socialistas murcianos, Pedro Saura; la candidata a las Primarias del PSRM, Begoña García Retegui, y el delegado del Gobierno en la Región, Rafael González Tovar.

La madrugada que venía por delante se caracterizó por el nerviosismo y, al mismo tiempo, la esperanza de poder hacer frente a ese monstruo de llamas que parecía que avanzaba sin control. Las horas siguientes prometían ser largas e intensas y, por desgracia de la superficie calcinada, así fue. El primer edil de Calasparra, Jesús Navarro, señaló que a las cuatro de la mañana de ayer la situación era «extrema» debido a la actuación del viento que fomentó el avance rápido de las llamas hacía la zona de Almadenes lo que ponía en peligro que el fuego se extendiera también hacía la Sierra del Oro. Por fortuna, todo quedó en un conato y el viento disminuyó. De esta manera, con la actuación denostada de más de 600 trabajadores, la situación mejoró con el paso de la mañana hasta que en torno a la una y media de la tarde se declaró el fuego como estabilizado aunque todavía activo con los focos reducidos al mínimo y emanando un olor a madera quemada que dejaba constancia de la tragedia que se había producido.

Con el fuego en un contexto claramente mejor, otro de los frentes que permanecía abierto era concretar el acto que había provocado el estallido del incendio. A este respecto, el delegado del Gobierno, González Tovar, optó por mostrarse cauto y esperar a que la Guardia Civil finiquite la investigación que abrió para esclarecer si el incendio fue provocado. Por su parte, el presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel, se mostró más contundente en este sentido y apuntó que «con claridad todo parece indicar que el fuego se inició por la acción humana puesto que se localizaron dos focos distintos a escasos seis kilómetros de distancia entre ellos». De concretarse la autoría intencionada del incendio, la persona responsable se puede enfrentar a una pena de uno a cinco años de prisión. Además, esta misma semana era detenido en la localidad valenciana de Onteniente un individuo por provocar un incendio en la zona Sur de Valencia y Norte de Alicante.

A expensas de conocer con exactitud la causa principal que provocó la aparición del fuego, sí que se puede hacer balance de la pérdida natural de fauna y flora que supuso el paso de las llamas. En el caso de la segunda, los principales árboles afectados fueron pinos carrascos y zonas extensas de matorral mediterráneo y espartal.

En cuanto a la pérdida de seres vivos, desde el grupo Ecologistas en Acción, su portavoz Rubén Vives, destacó que la zona afectada por el incendio (Sierra del Molino, Sierra de La Albalda y la Sierra de la Palera) cuenta con especies de alto valor desde el punto de vista ecológico por el bajo número de individuos que existen como la cabra montés, el búho real, el halcón peregrino o distintas especies de águila como la real, la perdicera y la calzada. Además, la zona también se caracteriza por la existencia de nutrias.

La zona de la Sierra del Molino incluye terreno catalogado como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) por encontrarse en la sierra y Vega Alta del Segura y ríos Alhárabe y Moratalla. Estamos por tanto, ante un paraje que desde el punto de vista medioambiental resultaba muy atractivo. Por desgracia, parece que todo su esplendor quedó eclipsado por culpa del efecto devastador de las llamas. Al incendio de estos días, hay que añadir en la misma zona otro que se produjo en el año 1991 y que arrasó también la zona.

La organización Ecologistas en Acción, señaló que los resquicios del incendio de hace un par de décadas todavía se hacían presentes en la sierra porque la zona no se había podido recuperar por completo. Ahora, con el nuevo efecto de las llamas, la posibilidad de que sea imposible recuperar la zona calcinada es casi del cien por cien.

Gran fuego en los últimos 15 años
Hay que remontarse a 1994 para encontrar un incendio de mayor envergadura que el de estos días en la Sierra del Molino. Concretamente se produjo en Moratalla y asoló un total de 30.000 hectáreas.

En lo que se refiere al presente año no encontramos nada similar. La mayor extensión de monte quemada data del 25 de mayo cuando el fuego redujo a cenizas 120 hectáreas de alto valor ecológico en la zona ubicada entre El Gorguel y Portmán. De este modo, el fuego de esta semana va a ser recordado por ser especialmente cruento y duradero. Se espera que hoy se extinga por completo.

Un dispositivo de envergadura para luchar contra las llamas
- 8 hidroaviones
- 5 helicópteros
- 8 vehículos de comunicación
- 26 vehículos ligeros
- 18 autobombas
- 6 camiones nodriza
- 14 todoterrenos
- 10 brigadas forestales y 2 de intervención rápida
- 2 ambulancias
- 6 autobuses
- 2 motos
- 1 camión cisterna
- 4 vehículos Vanta
- 2 pabellones polideportivos