Barajas

AENA pone en el punto de mira a 442 controladores

Hasta el mediodía del sábado, la prioridad del Gobierno en general y de Fomento en particular era restablecer el tráfico aéreo en España después del caos generado por el plante masivo de los controladores del viernes. Pero desde ayer, una vez superada la crisis por mor de la aplicación por primera vez en la historia de la democracia del Estado de Alarma, las preferencias han cambiado.

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Ahora que se ha restablecido la normalidad en los aeropuertos, toca «hacer justicia», anunció José Blanco. «El comportamiento altamente irresponsable de los controladores no puede quedar impune», afirmó el titular de Fomento. Por eso, AENA ha abierto ya 442 expedientes disciplinarios a aquellos controladores que abandonaron sus puestos de trabajo el viernes alegando una enfermedad para la que, según el gestor aeroportuario, no presentaron ningún justificante; así como para aquellos que no quisieron incorporarse al mismo aduciendo que habían agotado su cupo anual de 1.640 horas de trabajo.

Investigación

Esta actuación es independiente de las responsabilidades penales que puedan derivarse de las investigaciones abiertas por la Justicia, que será la que dictamine si el sindicato mayoritario de los controladores, la USCA, estuvo detrás de la huelga encubierta, como sospecha Blanco.

Casi una quinta parte del colectivo, que componen algo más de 2.400 profesionales, está así bajo investigación y su futuro profesional pende de un hilo, pues como aseguró Blanco, los expedientes pueden tener «diversas consecuencias: desde cerrarse sin sanción hasta el despido, pasando por una suspensión de empleo y sueldo». Eso se decidirá tras estudiar cada caso de forma individualizada, según aseguró el titular de Fomento, que no precisó cuándo se resolverán los expedientes.

Ayer, los controladores prefirieron no hacer comentarios sobre la medida. El colectivo aduce que, hasta que no hablen con sus abogados del «limbo legal» en el que se encuentran por el Estado de Alarma, prefieren ser prudentes. César Cabo, el secretario de comunicación del USCA, se limitó a dejar un sorprendente comentario en su perfil de Facebook calificando de «desmedida» la reacción de sus compañeros.

La apertura de estos expedientes no cierra, en ningún caso, la puerta a que AENA y los controladores sigan negociando el convenio colectivo de estos profesionales, pendiente desde 2005. Eso sí, hasta que no se levante el Estado de Alarma, que, inicialmente, tendrá una vigencia de quince días desde su aplicación el pasado sábado, no habrá ningún tipo de negociación. Para cuando se retomen los contactos, Blanco no sabe si la USCA mantendrá los mismos interlocutores o los habrá cambiado. «Eso es algo que les compete a ellos», aseguró en tono enigmático, no se sabe si porque maneje alguna información en tal sentido o si se limitó a expresar un deseo de cambio que pudiera contribuir a desbloquear el punto muerto de las negociaciones.

Fomento tampoco mantendrá contactos con los pilotos hasta que no se levante el Estado de Alarma. El Sepla se reunió con el ministerio y Aviación Civil el pasado viernes para tratar de llegar a un acuerdo sobre la publicación de una circular que delimite su jornada laboral en función de criterios médicos después de que el sindicato de pilotos amenazase con hacer paros en Navidad si no se publica ya la normativa. Fomento se comprometió entonces a entregarles un borrador el jueves. Sin embargo, y como en el caso de los controladores, hasta que no se levante el Estado de Alarma, no habrá diálogo.

Trabajadores de AENA
Controladores y pilotos son dos de los tres frentes que Fomento tiene abiertos en el sector aéreo. La terna la completan los empleados de AENA, que el jueves tienen previsto anunciar su calendario de movilizaciones para protestar por la privatización del 49% del gestor aeroportuario y la explotación en régimen de concesión de Barajas y El Prat. Blanco confió en la «responsabilidad» de los sindicatos, que aunque tienen derecho a hacer huelga, «deben compatibilizarlo con el interés general de los ciudadanos» en unas fechas tan señaladas como la Navidad.

Pendientes ahora de que se ventilen las responsabilidades de los controladores, la actividad en los aeropuertos españoles volvió ayer a la normalidad. A las siete de la tarde, se habían operado 2.470 vuelos de los 4.060 programados para el día, según los datos de AENA, lo que permitió que 335.000 pasajeros volasen desde las cuatro de la tarde del sábado hasta la media tarde de ayer.

Como sucedió en la tarde-noche del sábado, 263 de los 273 controladores programados ocuparon sus puestos de trabajo sin incidentes. Los que no acudieron lo hicieron, según explicó Blanco, «por causas justificadas».


Una negociación que no avanza desde hace cinco años
Lo que el ministro de Fomento blandía al final de la rueda de prensa que ofreció en la mañana de ayer era una copia de la propuesta de convenio colectivo que le habían hecho llegar los controladores. El 31 de diciembre de 2004 caducó el primero y, desde entonces, no ha habido posibilidad de acuerdo. Por eso, el 15 de abril de este año el Gobierno aprobó una ley que otorga a AENA amplios poderes sobre los controladores, eleva su jornada laboral anual de 1.200 a 1.670 horas –con otras 80 extra– y recorta los salarios del colectivo una media de un 40%.