Un seísmo de 59 grados sacude la costa este de EE UU sin causar víctimas

El informe más actualizado del Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS) indicó que el epicentro del terremoto, que se produjo poco antes de las dos de la tarde hora local (17.51 GMT), se situó a ocho kilómetros al suroeste de la ciudad de Mineral, en el estado de Virginia, colindante con Washington.

El instituto revisó a la baja la magnitud del temblor, de 5,9 grados a 5,8 grados, y los seismólogos consideran que será difícil precisar la ubicación de la falla debido a que el terremoto no causó rupturas en la superficie.

Según USGS, ha habido tres réplicas del seismo en Virginia a lo largo de la noche del martes, y la última se produjo poco después de las 20.00 hora local (00.00 GMT del miércoles), a 52 kilómetros al este-sureste de Charlottesville, y tuvo una profundidad de 7,8 kilómetros.

El terremoto, de apenas unos 20 segundos, no dejó víctimas ni daños de consideración, pero sí ocasionó la evacuación de edificios públicos, incluyendo la Casa Blanca, el Capitolio y el Pentágono.

También hubo retrasos en los servicios de transporte público y en los aeropuertos, congestión en las autopistas, el cierre de dos reactores nucleares en Virginia y el de monumentos y demás atracciones turísticas en toda la zona.

De hecho, el monumento a George Washington, un obelisco de 169,2 metros de altura en pleno centro del "Mall"en la capital estadounidense y al sur de la Casa Blanca, permanecerá cerrado al público debido a daños en su parte más alta.

"El monumento sufrió algunos daños menores, una grieta en su pirámide y debido a esa grieta vamos a cerrarlo al público para que los ingenieros evalúen los daños mañana miércoles y determinen qué reparaciones necesita", dijo a Efe David Schlosser, un portavoz del Servicio Nacional de Parques.

En Virginia, dos reactores nucleares cercanos al epicentro quedaron desactivados como medida de precaución, informó la Comisión para la Regulación Nuclear (NRC).

Los dos reactores, operados por la empresa Dominion Generation, están ubicados en la estación North Anna, en la localidad de Mineral, en las cercanías del área donde se situó el epicentro del terremoto.

La Administración Federal de Aviación (FAA, en inglés), dijo que los tres aeropuertos de la zona metropolitana de Washington -National Reagan, Dulles y Baltimore- funcionan con normalidad, pero hubo demoras de más de 40 minutos en los vuelos con origen o destino al de Newark, en Nueva York.

En Nueva York, además de gran volumen de llamadas de ciudadanos que recibió el Departamento de Bomberos, se evacuaron temporalmente las torres de control de los aeropuertos internacionales John F. Kennedy y Newark, lo que provocó retrasos y una breve suspensión de los vuelos.

El sismo provocó evacuaciones en edificios oficiales y paralizó las obras de reconstrucción del World Trade Center al sur de Manhattan, mientras que la sede del Tribunal Federal del Distrito Sur de Nueva York se tambaleó, según la cadena de televisión CNBC.

El terremoto interrumpió temporalmente la conferencia que ofrecía en la misma zona el fiscal de Manhattan, Cyrus Vance, tras la decisión del juez Michael Obus de retirar todos los cargos contra el ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn por agresión sexual e intento de violación.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, que se encuentra de vacaciones en la isla de Martha's Vineyard, en Massachusetts y que, según la Casa Blanca, no sintió el sismo, recibió informes del terremoto mediante una teleconferencia con sus asesores de seguridad.

El movimiento telúrico, que evocó memorias del caos tras los atentados de 2001, también produjo una interrupción de los servicios de telefonía celular, por lo que el Comité de Comercio del Senado pidió hoy que el Congreso estudie mejoras al sistema de comunicaciones de los equipos de emergencia, cuando reanude sus sesiones el mes próximo.

Desde 1897 no se había registrado en esta zona de EE.UU. un terremoto de tal magnitud, según los registros del USGS.

Sin embargo, el terremoto interrumpió la rutina de decenas de miles de trabajadores en Washington y otros centros urbanos de la costa Este del país.

Pero también permitió que los habitantes de California y demás sitios de la costa occidental de EEUU, más acostumbrados a los temblores, se burlaran del pánico que brevemente se apoderó de los capitalinos.