Lo mejor del «best seller»

E n 2003 saltó a lo más alto de las listas. «El código Da Vinci» se convirtió en un fenómeno. Muchos lectores buscaban excusas. Te entretiene. No está mal. Hay que leerlo antes de criticar. El fenómeno «best seller» no es nuevo. Tampoco pertenece a esta última década. Ahí está «Los pilares de la tierra», de Ken Follett, que arrasó en 1989, y que continúa vendiéndose, sobre todo a raíz de la publicación de la segunda parte, «Un mundo sin fin» (2007).

Pero en estos últimos diez años es cuando el «best seller» ha alcanzado su apogeo. Apenas existen sellos editoriales que no busquen un título que traiga una factura rápida y millonaria. Ken Follett es el patriarca de esta clase de libros. El novelista británico renueva su leyenda con cada título que saca, como demuestra el último, «La caída de los gigantes».

Pero él y Dan Brown no son los únicos en esta lista de elegidos. J. K. Rowling consiguió que los niños se alejaran de las pantallas de la televisión y las consolas de videojuegos gracias a una historia de internados y niños magos por la que nadie, en un primer momento, daba nada. Desde hacía tiempo no se veían delante de las librerías filas tan largas de adolescentes. El cine agrandó su repercusión.

Pero si ha habido un nombre, ése es Stieg Larsson. La saga «Millennium» consagraba a un personaje, Lisbeth Salander, la antítesis de la heroína. Una mujer castigada por la sociedad que es capaz de sobreponerse a cualquier dificultad. Los tres volúmenes de esta serie fueron interrumpidos por la prematura muerte de su autor, que no pudo saborear el éxito. No hay que olvidarse tampoco de Stephenie Meyer, la creadora de «Crepúsculo» y sus historias de vampiros.

Entre la nómina no faltan los españoles. Cada vez que menciona a Arturo Pérez-Reverte, sale a relucir su personaje más brillante, Alatriste. Y Carlos Ruiz Zafón rompió moldes con «La sombra del viento», que se editó en 2001. Tardó en arrancar, pero luego se convirtió en un torbellino imparable. Repitió fortuna con la secuela «El juego del Ángel» (2008). No hay que olvidarse de un título como «La catedral del mar», de Ildefonso Falcones. O de «El tiempo entre costuras», de María Dueñas, que es, junto a Julia Navarro, otra de las escritoras que se ha abierto hueco en este espacio.