El TAS duda

Alberto Contador ganó ayer, por segunda vez, el Giro de Italia. Fernando Alonso fue segundo en el Gran Premio de Montecarlo y el sábado el Fútbol Club Barcelona ganó su cuarta Copa de Europa en fútbol y su octava en balonmano. Esta semana se espera que Rafa Nadal mejore sus recientes finales y triunfe en Roland Garros. Y aún va a caer algún título importante más. El deporte español es el rayo que no cesa. Alberto Contador ha vencido en Italia con una diferencia de más de seis minutos sobre el segundo, el italiano Scarponi, y casi siete sobre el tercero, también italiano, Nibali. Nada que oponer. Victoria rotunda. Ventajas que en el ciclismo actual no se llevan porque las carreras suelen ganarse por diferencias menores.

Contador sigue en el punto de mira de quienes vigilan la salud de los ciclistas, la ingestión de drogas que permiten mejorías en la competición y acaban creando problemas físicos a los deportistas en el futuro. Se esperaba la decisión sobre el control del pasado Tour que, aparentemente, le condenó por la aparición en un análisis de una insignificante cantidad de clembuterol. Falta la decisión del Tribunal de Arbitraje Deportivo y no parece que sus miembros tengan al ciclista español por merecedor de castigo ejemplar. Al anunciar que su sentencia le permitirá participar en el Tour es síntoma de que no están convencidos de tratar un asunto perseguible de oficio. Ha ganado con tal autoridad en el Giro que casi resulta ridículo pensar que necesita ayudas farmacológicas para ser el mejor. Posdata. Señorío, el de Puyol y sus compañeros al otorgar la capitanía a Abidal para recibir la Copa de Europa.