Athletic de Bilbao
El sueño eterno
Miranda de Ebro- El Mirandés se comportó como el jabalí del vídeo que utilizaron en el vestuario para motivarse ante el Athletic Club y que acorralaba a un león. Embistió de salida para hacer retroceder a su rival, presionó, no se amilanó, no se cortó un pelo.
«Nos comemos a estos gatitos», decían en la grada. Pero los «gatitos» tenían las uñas largas y la cabeza enorme. De Marcos cabalgó por la izquierda, llegó a la línea de fondo y puso un centro preciso a Llorente para que rematara con la testa por alto, poderoso. Así comenzó a terminar el bonito sueño del Mirandés, que le ha llevado a eliminar de la Copa del Rey a tres equipos de Primera (Villarreal, Racing y Espanyol), a llegar a semifinales y a hacerse famoso en el planeta fútbol. No todo está perdido todavía. Su inacabable fe le llevó a marcar en el tiempo de descuento, otra vez ese momento mágico, como en los cuartos de final, y con el 1-2 no todo está sentenciado. «Sí se puede, sí se puede», continuaba la incansable afición, pero Llorente no tenía piedad y marcó el segundo, esta vez con el pie. Remontar en La Catedral la próxima semana va un paso más allá de un sueño o un milagro. Pero esto es fútbol, ojo, y nunca se sabe. Esta Copa es también muy importante para el Athletic Club. Es su competición preferida y la posibilidad de ganar un título muchos años después. Así lo viven sus seguidores, que parecen retroalimentarse. Cuando uno dice «Aúpa Athletic», cien contestan: «Aúpa, aúpa». Así lo vive también su entrenador, Marcelo Bielsa. El equipo vasco estaba hipermotivado para la cita, muy centrado, no se fiaba del rival «pequeño». El Mirandés ha vivido en una nube durante toda la semana, desbordado por la atención de la Prensa y de la afición, pero el partido lo afrontó con entereza. Miró de cara a su oponente e incluso trató de dominar, de llevar el peso del encuentro a través de la pelota y de la presión cuando la perdían. Las carreras de Alain, las entradas de Mujika por la derecha y los pocos toques de Pablo Infante, el ídolo –una magia especial rodea Anduva cuando entra en juego–, animaron los primeros minutos. El Mirandés apretó, pero siempre moría al borde del área. El Athletic no se puso nervioso. Bielsa ha formado un equipo alrededor del balón y ayer, aunque no llevó el peso, siempre que lo tuvo lo manejó bien. Rifaron pocas pelotas, pese a que intentaran acorralarlos. Para ponerse en ventaja, el Athletic recurrió a su contundencia. Pocas llegadas, dos goles y uno tercero anulado en 45 minutos. Fue como el jabalí contra el león: mil empujones de uno hacen mucho menos daño que dos zarpazos del otro.Si algo se puede decir de este Mirandés es que no se rinde. La afición no le deja, aunque ayer eran seguidores suyos los de Miranda y todos los demás que no eran del Athletic. Afrontó la segunda parte animado. Estar ahí ya era un premio. Siguió intentándolo más e incluso se acercó más al objetivo con un cabezazo de Caneda y, sobre todo, un tiro de Mujika que raspó el larguero.El cansancio empezó a pesar en los jugadores locales y el Athletic empezó a ser más dominador. Apareció Iker Muniain con sus diabluras. Antes había sido Javi Martínez el que sostuvo al equipo. Es un centrocampista extraordinario y se está haciendo un central de peso. Un jugadorazo, en definitiva. «¿Qué dan de comer a estos gatitos en Bilbo? Cómo corren», se preguntaba un aficionado. El público se dejó las manos aplaudiendo e incluso amenazó al árbitro con tirarlo al Ebro por una acción polémica en la que pidieron penalti. Todavía el Mirandés se guardó un último arreón, un remate de Caneda que obligó a Gorka Iraizoz a volar y hacer la parada de la noche. El portero no estaba dispuesto a que el Mirandés siguiera soñando. Pero ¿quién puede quitar la ilusión a este equipo? Lo suyo es un sueño eterno y el gol de Lanbarri lo prolongó un poco más. El Mirandés no se va a rendir fácilmente. Esto aún no ha acabado, continúa en La Catedral el martes. «Es otro día para disfrutar». Miranda todavía sueña.
Bielsa, como si fuera el BernabéuEl Athletic Club estaba avisado de lo que era capaz el Mirandés y no dejó ni un resquicio a la sorpresa. Bielsa puso a su once de gala y su actividad junto al banquillo metálico de Anduva fue la misma que tuvo hace unos días en la banda del Bernabéu. «¡Concentración, concentración!», gritaba una y otra vez a sus jugadores, por si a alguno le entraba la tentación de pensar que con el 0-2 todo estaba hecho. El partido era complicado para los rojiblancos por el ambiente especial que se había creado, e importantísimo porque suponía el paso previo a poder repetir la final copera de 2009. Sería la primera opción de título para Bielsa, que acaba de llegar, pero puede empezar pronto a sacar partido a su método.FICHA TECNICA. --RESULTADO: MIRANDES, 1 - ATHLETIC, 2. (0-2, al descanso). --ALINEACIONES: MIRANDES: Nauzet; Raúl García, Corral, Caneda, Garmendia; Martins, Garro (Lambarri, min.53), Muneta (José Angel, min.70), Pablo Infante, Mújika, Alain Arroyo (Borrell, min.63). ATHLETIC: Iraizoz; Iraola, Javi Martínez, Amorebieta, Aurtenetxe; Iturraspe, Ander Herrera, De Marcos, Susaeta (David López, min.76), Muniain (Iñigo Pérez, min.85) y Llorente. --GOLES: 0 - 1, min.17, Llorente. 0 - 2, min.26, Llorente. 1 - 2, min.91, Lambarri. --ARBITRO: Estrada Fernández (Colegio catalán). Amonestó a Raúl García (min.45+) y Corral (min.66) en el Mirandés; y a Iturraspe (min.55), Javi Martínez (min.60), David López (min.77) e Iñigo Pérez (min.87) en los vascos. --ESTADIO: Anduva. Unos 8.000 espectadores.
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