Los pilotos convocan un paro salvaje

Madrid- Fracasada la mediación de Manuel Pimentel, los pilotos de Iberia están de nuevo «en pie de huelga». Tras reunirse en asamblea, el sindicato de este colectivo (Sepla) anunció ayer la convocatoria de 30 nuevas jornadas de movilizaciones. Los pilotos realizarán paros todos los lunes y viernes desde el próximo 9 de abril hasta el 20 de julio, ambos incluidos, ante la falta de acuerdo en la mediación provocada por el «boicot que ha ejercido Iberia en en el proceso», según afirmó el Sepla en un comunicado. Las fechas suponen un duro golpe para el turismo, pues afectarán a la operación retorno de Semana Santa y a los pasajeros que vuelen en la salida del Puente de Mayo, el viernes 27 de abril.

Motivos
El sindicato argumentó para justificar los nuevos paros que la dirección de Iberia «incumplió» la condición de no interferir en el trabajo de Pimentel, «llegando a manifestar que incluso una sentencia en su contra en los tribunales sólo significaría para Iberia un problema de imagen».

Cuestiones formales al margen, el detonante del conflicto, la creación de la nueva aerolínea de bajo coste Iberia Express, no va a desaparecer porque la nueva compañía comenzó sus operaciones el pasado domingo. Los pilotos insisten en que esa nueva empresa «vulnera el convenio de los pilotos en varios aspectos, entre ellos, que haya segregación de actividad de la matriz, tal como recoge el acuerdo firmado con la empresa», lo que, según sus estimaciones, supondrá el fin de 8.000 puestos de trabajo.

Pérdidas
Iberia, que considera prioritaria la nueva aerolínea, aseguró en una nota que los pilotos se están comportando de forma «irresponsable e intransigente» y que no han aceptado diversas «garantías de trabajo», como que los copilotos de Iberia pudieran pasar a la «low cost» como comandantes teniendo la posibilidad de regresar a la matriz.

La aerolínea que preside Antonio Vázquez insistió ayer en que la huelga es «injustificada, dañina y desproporcionada», así como un «chantaje» a toda la sociedad que pone en peligro 20.000 empleos directos en Iberia y muchos más indirectos en el transporte aéreo y el turismo. Hasta el momento, la compañía calcula que ha perdido 36 millones con los anteriores paros y perdería otros 90, a razón de 3 millones por día, si se completan las 28 jornadas de movilizaciones previstas.

Pese a la convocatoria de los pilotos, la intención de Iberia es volver a convocarlos «esta misma semana» para continuar negociando. Eso sí, la compañía advirtió de que adoptará «todas las medidas a su alcance» para acabar con las «consultas irregulares» adoptadas por «buena parte de los pilotos que vienen sucediendo en los últimos meses y que se han recrudecido tras el lanzamiento de Iberia Express». Las «medidas a su alcance» le han costado ya el empleo a tres pilotos por el conflicto.

Por más que la ministra de Fomento, Ana Pastor, insistiese ayer en que su deseo es que ambas partes logren un acuerdo para resolver el conflicto, la posibilidad de que Empleo imponga un árbitro forzoso que dicte un laudo de obligado cumplimiento es cada día mayor. Máxime, porque los requisitos necesarios para ello –grave perjuicio económico, duración prolongada de la huelga y posturas irreconciliables– parecen darse ya mismo.