La importancia de un foto

Cualquier decisión importante, por regla general, es difícil. La foto del terrorista Ben Laden muerto acallaría algunas voces, tan críticas como indocumentadas, y daría satisfacción al morbo, pero tiene elementos muy inquietantes que al final podrían ser muy perjudiciales. Como periodista me gustaría que este diario diera la exclusiva mundial. Sería un mal periodista si no pensara así, pero también hay que poner en valor los riesgos que tendría como icono para el terrorismo internacional. Hay quien incluso dudará de que hubiera sido abatido. Unos lo imaginarán en una cárcel secreta donde sería interrogado y otros convertido en un fantasma dispuesto a regresar desde algún destino recóndito para seguir con su campaña de terror. La historia está llena de impostores que asumieron la identidad de famosos fallecidos. Como ejemplo de ello estarían los falsos Luis XVII, la gran duquesa Anastasia, el rey Sebastián de Portugal o el zar Alejandro. Ninguno de ellos era el auténtico, pero en el imaginario colectivo seguían vivos.