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Verónica Morales: «Soy la reina de la salchicha en España»

Profesión: empresaria.Nació: en 1964, en Barcelona.Por qué está aquí: es la propietaria de la firma «Salchichen», en Madrid. 

Verónica Morales: «Soy la reina de la salchicha en España»
Verónica Morales: «Soy la reina de la salchicha en España»larazon

–Trabajaba en la televisión y decidió reinventarse. ¿De qué estaba harta?
–De la monotonía, de hacer siempre lo mismo.

–¿Es mejor reciclarse que hacerse la estética?
–Sí, porque reinventarse es hacerse un «lifting» por dentro.

–O sea, que en tiempos de crisis usted aconseja...
–Reciclarse, reiniciarse o reinventarse. En España hay poca tradición de cambiar, falta empuje para hacerlo, atrevimiento.

–La gente tiene miedo...
–Sí, y está acomodada. A mí me dicen que me admiran por lo que he hecho: pasé de directora de producción a la salchicha.

–Me imagino que estará harta de bromitas eróticas y sexuales...
–No, me divierten. Eso de ser la reina de la salchicha en España da mucho juego. Pero si no nos reímos con la que está cayendo...

–Tres cocineros germanos con estrella Michelin crearon la «Salchichen» y usted la vende aquí...
–Es una salchicha especialmente especiada. No tiene aditivos ni conservantes artificiales. Buenísima.

–O sea, que nada de comida basura.
–Para distinguirme de los demás ofrezco productos naturales.

–Y para venderlos se trajo una caravana de 1970 de los EE UU...
–Así llamo la atención, porque es muy brillante, y además me muevo.

–¿Vender de forma ambulante no le resta prestigio a su salchicha?
–No. La gente viaja más, pierde el sentido del ridículo, y come en la calle. La prohibición de fumar en los restaurantes me viene bien.

–No llama a sus salchichas perritos calientes...
–Es un insulto .

–Quiere llegar a tener tres o cuatro caravanas o puestos fijos...
–Sí, y ya me están pidiendo franquicias. Estoy dispuesta a vender.

–Reina de la salchicha. ¿Es lo que quería ser de mayor?
–No, quería ser médico. Pero la vida va cambiando. La vida es cambio.

–¿Ve alguna relación entre las leyes y las salchichas?
–Yo no, pero seguro que alguien sí.

–«Las leyes son como las salchichas: es mejor no saber cómo las han hecho» (Otto von Bismarck).