El nuevo mapa territorial

Una diferencia que se mantiene en al ámbito municipal, donde el PP ha logrado casi 2.200.000 sufragios más que los socialistas, lo que implica una distancia de más de diez puntos.

Mayorías absolutas. Los populares tenían claro que sus feudos no corrían peligro alguno: Castilla y León, Madrid, Comunidad Valenciana, La Rioja o Murcia no decepcionaron y salieron airosos de estos comicios con una amplia mayoría. Herrera, Aguirre, Camps, Sanz y Valcárcel no fallaron. Pero las alas de la gaviota del PP se extendieron a otras regiones, como Cantabria, donde dirán adiós al polifacético Miguel Ángel Revilla tras ocho años de gobierno junto al PSOE. Y significativas son las mayorías absolutas de Dolores de Cospedal en Castilla-La Mancha y José Ramón Bauzá en Baleares. La primera por lo que implica arrebatarle a los socialistas un feudo que estuvo en sus manos durante 28 años; la segunda, no sólo por quitarle al PSOE el Gobierno de las islas, sino porque el PP recibe un voto de confianza tras años de corrupción en la política balear. Tanto es así, que el máximo exponente de esta corrupción, Unió Mallorquina (convertido en CxI), no tendrá ni un sólo escaño. Sobra decir que los socialistas no obtuvieron mayoría absoluta en ninguna autonomía.

El único reducto del PSOE. La debacle socialista sólo puede atenuarse con el apoyo de Izquierda Unida. Es lo que ocurrirá en Extremadura, donde el candidato del PP obtuvo 32 escaños, frente a los 30 del PSOE. Sin embargo, la alianza entre los socialistas e IU, que obtuvo tres escaños, le salvará de perder otro de sus bastiones.

En el aire. El mapa territorial aún está por definirse. A falta de conocer los futuros pactos, Aragón podría cambiar de manos. Todo depende de dos de los partidos más representativos de esta comunidad: CHA y PAR. Cierto es que el PP ha logrado 30 escaños, frente a los 22 de los socialistas, pero un pacto múltiple del PSOE con estas dos formaciones e Izquierda Unida, arrebataría a los populares la victoria que le otorgaron las urnas. Todo apunta a que así será... o no.El caso de Canarias, que también está en el aire, es diferente. La historia reciente nos recuerda que el acuerdo entre PP y CC no terminó bien, ya que estos últimos hicieron posible que Zapatero sacara adelante sus Presupuestos. Ahora la balanza está equilibrada. Los populares han obtenido 21 escaños, los mismos que sus ex socios canarios, por lo que cualquiera de los dos podría tomar las riendas e iniciar conversaciones para formar gobierno con otras formaciones, o entre ellos. Eso sí, el PP fue la fuerza más votada.

En manos de otros. Más allá del bipartidismo, otras formaciones políticas se han hecho sentir en estas elecciones. En Navarra, tras la escisión entre UPN y PP, ha sido la primera la que más apoyos ha recibido, al obtener 19 escaños, frente a los cuatro del PP. Sin embargo, hay quien apunta que presentarse por separado ha perjudicado especialmente a UPN, ya que, según la Ley de D'Hont, los «restos» siempre favorecen al partido mayoritario.
 Es decir, de haber concurrido juntos, los regionalistas hubiesen rozado la mayoría absoluta. Ahora, en las quinielas de pactos entrarán también el resto de partidos, como NaBai, PSN-PSOE o Bildu.

Nuevos partidos.  Más claro se antoja el futuro de Asturias, donde la llegada de Álvarez Cascos ha dado un giro de 360 grados. Los excelentes resultados de Foro Asturias (16 diputados) lo sitúan como la primera fuerza política de la región, frente al PP, que ocupa la tercera posición. Todo indica que el nuevo partido y los populares dejarán sus rencillas a un lado y llegarán a un acuerdo para desalojar al PSOE del sillón de mando. Sea como fuere, la decisión está en manos de Cascos, que no echará a perder la oportunidad de ser el presidente de Asturias.

Giro municipal. Los socialistas apenas han logrado mantener el gobierno en cinco capitales de provincia, sin necesidad de pactos. Ya sólo se tiñen de rojo Lérida, Tarragona, Soria, Cuenca, Toledo. Nada que ver con el paso adelante realizado por los populares, que no han perdido ninguno de sus feudos –Madrid, Valencia, Murcia o Logroño, entre otros– y aumentan de 22 a 36 el número de grandes ayuntamientos en su poder. Así, cambian de signo ayuntamientos tradicionalmente socialistas como el de La Coruña –que por primera vez en su historia estará gobernado por el PP–, Santiago de Compostela, Ferrol, Sevilla, Barcelona –ahora en manos de CiU–, León... por no hablar de los consistorios vascos, donde la llegada de Bildu ha revolucionado el panorama municipal.

Vuelco electoral. Uno de los episodios más trágicos para el socialismo ha sido perder el consistorio de Sevilla. El PP no sólo ha obtenido mayoría absoluta, sino que ha batido el récord de concejales logrados: 20 frente a los 11 del PSOE y los dos de IU. Y mazazo también el que ha sufrido IU tras perder el Ayuntamiento de Córdoba ante un PP imparable. Y es que los populares han ganado en todas las capitales de provincia andaluzas. Finalmente, otros, como el de Zaragoza, están en el aire, y pese a que los populares han sido los más votados, se espera que Juan Alberto Belloch busque nuevos pactos.