Balón de Oro

Los valores de «La Roja»

«Todo lo que sucede conviene», suele decir Vicente del Bosque. Es su manera de decir que la derrota nos hace fuertes. El pensamiento que le sirvió para afrontar su despido del Real Madrid y el consejo que da a los amigos cuando no les trata demasiado bien la vida o el trabajo. La frase que le ayudó a comprender que el nacimiento de su hijo Álvaro con síndrome de Down no era una desgracia.

La Razón
La RazónLa Razón

Educación. Los valores que Vicente y Álvaro se traspasan son los que transmiten a los jugadores de la selección. Los futbolistas ya llegan bien educados desde las categorías inferiores. Ginés Meléndez, Juan Santisteban e Iñaki Sáez se encargaron de instruirlos, convencidos de que antes de futbolistas hay que ser personas. Buenas personas como ellos.Amistad. Durante mucho tiempo, desde los clubes, se vio a la selección como una molestia inevitable. No les gustaba la custodia compartida de los futbolistas. Ahora es un orgullo. Sobre todo porque los futbolistas se encargan de transmitirlo. A ellos les hace felices volver a juntarse con compañeros que durante el resto del año son rivales. Son los amigos del verano, de los momentos divertidos, cuando lo único que importa es disfrutar. Y lo hacen dentro y fuera del campo. Cuando juegan al fútbol o cuando juegan a la «pocha». Por eso, Marcos Senna, fundamental en la Eurocopa y descartado en el último momento para el Mundial, fue uno de los invitados por la Federación para presenciar la final.Compañerismo. Los internacionales son un grupo homogéneo en el que se protegen unos a otros. Por eso, Sergio Ramos se ha convertido en el hermano mayor de Jesús Navas. El protector que ha conseguido que el extremo del Sevilla no eche de menos a su familia porque ya estaba con ella en Suráfrica. Pepe Reina anima a Fernando Torres, que no ha vivido su mejor torneo. Son compañeros en el Liverpool. Y muy amigos. Fernando, después, se olvida de sus lesiones y de la falta de goles y se convierte también en el protector de Pedrito y Javi Martínez. El extremo del Barcelona se apoya en sus compañeros de club, que son muchos. Y Javi, en Fernando Llorente, que tiene algo más de experiencia con la selección. Pero después todos se mezclan y no es extraño ver a Javi Martínez entre los barcelonistas. Todos son amigos y no importa que los «catalufos», como dice Casillas cenen en una mesa y el resto se reparta. Porque después, cuando hay que celebrar, Iker y Puyol no se separan.Solidaridad. Cuando Andrés Iniesta marcó el gol en la final, se quitó la camiseta de España para enseñar el mensaje que llevaba guardado en el corazón. «Dani Jarque, siempre con nosotros», decía el texto escrito a mano en una camiseta interior. El recuerdo al capitán del Espanyol fallecido el verano pasado. Tampoco faltó el recuerdo de Sergio Ramos para Antonio Puerta. Como en la Eurocopa, el triunfo es de todos. De los que están y de los que se fueron.