Hispanidad a la mexicana

MADRID- Con acento azteca. La tradicional corrida de la Hispanidad se tiñó ayer de mexicano. Fermín Spínola vino a Las Ventas a confirmar alternativa y dejó una grata impresión que, a punto estuvo de cristalizar en una oreja del importante quinto, de no ser por el bajonazo con el que lo pasaportó. El azteca, que ya había gustado en el colorado e inválido Valdefresno de la confirmación al que arrancó –a costa de una tremenda voltereta– limpios naturales, creció en su segundo. Los doblones del inicio, con personalidad, como los cambios de mano. Menos amontonado, trazó una buena serie al natural que encontró continuidad en dos series en redondo de mano baja. Bien colocado, estirando cada pase y pasándose al burel por el fajín, pero mató de feo bajonazo, que endureció el brazo del presidente. Grato debut.

Carlos Escolar «Frascuelo» regresaba tras su inmensa tarde en agosto y puso de nuevo la plaza patas arriba en su primero, aleonado y alto de agujas. Lo lidió con primor David Adalid –soberbio y épico su tercio de banderillas al cuarto–, y la torería de Frascuelo hizo el resto. Tras un inicio con trincherazos marca de la casa, cuajó dos series de derechazos sensacionales. Series cortas, cuatro y el de pecho, pero espatarrado, tirando de los riñones. Muy profundo, metió al público en faena pronto y se volcó en «olés». Torerísimos los desplantes ante un animal extraordinario. Mal con la tizona, perdió un apéndice de justicia. En el cuarto, ya más desfondado, se topó con un toro con mucha plaza y más áspero, trató de hacer un esfuerzo y volvió a crujir el tendido en derechazos sueltos. Palacios, que meció con dulzura el capote a la verónica en el tercero, sorteó el lote de menos opciones.

Toros de Valdefresno, bien presentados, el 1º, sin fuerza; 2º y 5º, muy buenos; el resto, manejables. Frascuelo, saludos tras aviso y saludos; Fermín Spínola, que confirmó, saludos tras aviso y vuelta al ruedo; y Andrés Palacios, silencio tras aviso en ambos. Un tercio de entrada.