Ferias taurinas

Cogida de extrema gravedad

Aparicio, momentos antes de la cogida
Aparicio, momentos antes de la cogidalarazon

La lectura del parte médico da una idea fiel de la gravedad de la cogida: «Herida en región submandibular con una trayectoria ascendente que penetra la cavidad bucal, atraviesa la lengua y alcanza el paladar con fractura del maxilar superior». Pronóstico muy grave. El madrileño Julio Aparicio resultó ayer herido en la mandíbula por el primero de la tarde cuando trataba de acoplarse con el jabonero que abrió plaza. El diestro, que venía con la moral por las nubes tras su triunfo anteayer en la segunda de la feria de Nîmes, perdió pie al completar la primera serie de su trasteo y, a pesar de hacerse él mismo el quite con la franela, fue prendido en el segundo derrote de su adversario, que hizo presa en el mentón de Aparicio. En volandasTras levantarse por su propio pie, el torero de dinastía se refugió en el burladero, donde rápidamente fue cogido en volandas por varios subalternos que se percataron de la gravedad de la lesión. Las repeticiones de la televisión mostraron la dimensión del percance. El pitón entró por encima del cuello del matador para encontrar salida a la altura de la boca. Nada más entrar en la enfermería, Aparicio comenzó a ser operado. Una intervención que se prolongó varias horas y que se saldó con el parte médico firmado por el doctor García Padrós. De esta manera se atajaba el primer problema de relevancia que se planteaba ante una herida de esta envergadura: evitar los problemas respiratorios derivados de un fuerte sangrado. Después de asegurar la vía aérea, se producía el correspondiente trasladado del diestro de una manera inmediata y urgente al hospital 12 de octubre de Madrid, donde fue atendido por una de las unidades médicas más importantes en esta clase de intervenciones. En este centro se espera que se recupere de las heridas ocasionadas por el de «juanpedro» en los siguientes días, con lo que queda en el aire su próxima comparecencia en Las Ventas, el 4 de junio. Vida comprometidaEl cirujano José Ignacio Salmerón ha comentado a este diario que existen dos posibilidades en esta clase de lesiones. La primera, que sea una herida limpia, menos aparatosa de lo que pueda suponer la imagen; o que sea de una extrema gravedad, «con compromiso de la vida» si se ven afectadas las arterias situadas en la base de la boca. El sangrado producido por la hemorragia podría aparejar consecuencias muy serias. No ha sido el único susto de la jornada. Manuel Jesús, el Cid, resultó cogido igualmente en el segundo toro de la tarde. El diestro de Salteras fue volteado por el astado de Juan Pedro Domecq cuando realizaba la faena de muleta, cayendo de mala manera y quedando rasgada su taleguilla. Tras ser observado por sus compañeros, continuó la lidia sin consecuencias aparentes. «Es una herida durísima»El doctor José Ignacio Salmerón estaba en la plaza y vio la tremenda cogida: «No he visto la herida en corto, pero es evidente que ha sido durísima». Desde su tendido, desde la distancia que lo separaba del coso y del diestro, comenta la gravedad, el riesgo: «Le ha entrado por la garganta y le ha salido por la boca. Puede ser limpia y no dañar organismos vitales; ser muy aparatosa. Pero el peligro es que haya producido un hematoma en el suelo de la boca. Eso puede empujar la lengua hacia atrás y hacia arriba, y crear así dificultades respiratorias, sin descartar, una posible fractura de la mandíbula y del maxilar».