Londres

Un marine reconoce que su granada mató a la cooperante británica

La cooperante británica fallecida el pasado fin de semana en un intento de rescate por parte de fuerzas especiales estadounidenses habría muerto por la explosión de una granada lanzada por uno de los efectivos de una unidad especial de la Marina norteamericana, quien podría enfrentarse a acciones disciplinarias por su actuación, informa este jueves el diario 'The Guardian'.

De acuerdo con las fuentes consultadas por el rotativo británico, Linda Norgrove, secuestrada a finales de septiembre por los talibán, había conseguido escapar de sus captores pero fue alcanzada por una granada lanzada por uno de sus liberadores, que ahora podría enfrentarse a acciones disciplinarias, ya que no informó a sus mandos del uso de dicho proyectil durante el rescate.

Al parecer, según fuentes en Kabul y Londres, la cooperante logró huir de sus captores y se había tumbado en el suelo en posición fetal para evitar resultar dañada, pero el soldado del grupo de elite de la Marina 'Seal Team Six' no la vio y lanzó una granada de fragmentación que estalló junto a ella.

Por otra parte, según ha podido saber 'The Guardian', se habían interceptado conversaciones que daban a entender que los secuestradores se disponían a ejecutar a Norgrove, lo que podría haber motivado la operación de rescate. 

Inicialmente se había informado de que la muerte de la cooperante había ocurrido por la explosión de un chaleco de explosivos obra de uno de los secuestradores, pero posteriormente se descubrió el uso de una granada de fragmentación al analizarse el vídeo que se grabó de la misión.

Tras constatar que uno de los soldados lanzó la granada, se convocó a todos los participantes en la misión para aclarar quién había sido e inmediatamente uno de ellos reconoció su responsabilidad. Pese a todo, precisa el diario, la verdadera causa de la muerte de Norgrove la aportará el resultado de la autopsia que se le ha practicado, si bien las autoridades británicas y estadounidenses están prácticamente seguras de que se debió a la granada de fragmentación.