Aranjuez

Sábado de humo y pánico

Dos incendios domésticos, uno en Aranjuez y otro en Móstoles, se saldaron ayer con un total de dieciséis personas intoxicadas, dos de ellas de carácter grave. El primero de los fuegos se produjo de madrugada en la localidad ribereña, en el número 147 de la calle Almíbar.

Las llamas del incendio de Móstoles apenas hicieron destrozos, sin embargo por el intenso humo fueron atendidas ocho personas
Las llamas del incendio de Móstoles apenas hicieron destrozos, sin embargo por el intenso humo fueron atendidas ocho personaslarazon

Lo que parecía una noche más se convirtió en una auténtica pesadilla que se inició a las 05:00 horas, cuando se originó un incendio en el cuadro de electricidad del cuarto de contadores, situado en la planta baja del inmueble. Los once vecinos del bloque –cuatro pisos y dieciséis viviendas– dormían mientras el fuego se extendía por el hueco de la escalera. El matrimonio del 1º B, ambos de 40 años, fue el primero que olió el humo. Su casa estaba pegada al cuarto de contadores donde el cuadro eléctrico ya ardía desde hacía varios minutos. Al notar el humo corrieron a abrir la puerta de la vivienda y ese fue su mayor error. El fuego penetró en la casa y las llamas y el humo entraron por el salón y comenzaron a invadir todas las estancias. Los cónyuges, de origen sudamericano, corrieron hacia los balcones y sin poder esperar a los servicios de emergencia saltaron desde los tres metros de altura aproximados que les separaban del suelo.

Como consecuencia de la caída, el hombre se fracturó los dos tobillos. Además de sufrir intoxicación por inhalación, presentaba quemaduras de segundo grado en el 18 por ciento de su cuerpo, aunque el fuego se cebó con su espalda y uno de los brazos. Su mujer también sufrió quemaduras por inhalación y tendrá que ser intervenida en la cadera y la pelvis por la contusión de la caída. Ambos fueron atendidos por el Summa y trasladados al Hospital Universitario de Getafe, donde al cierre de esta edición aún se encontraban en estado grave.

A esas alturas, los Bomberos de la Comunidad ya tenían desplegada una grúa con la que fueron rescatando a los otros nueve vecinos a los que el fuego sorprendió antes de que siguieran el mismo camino que sus vecinos del 1º B. La propagación de las llamas por el hueco de la escalera obligó a que el rescate se hiciera por la fachada del edificio y uno a uno, incluidos un niño de tres años y un bebé de diez meses. La madre de este último tuvo que ser atendida tras entrar en estado de «shock».

Por su parte, Cruz Roja trasladó a tres de los vecinos, que presentaban intoxicación leve, y una ambulancia del Summa hizo lo propio con otros tres intoxicados también de carácter leve. Todos ellos fueron enviados al Hospital El Tajo, en Aranjuez, y a media tarde de ayer recibieron el alta médica. Hasta el lugar se desplazó la alcaldesa, María José Martínez, junto con el concejal de Seguridad Ciudadana, José Antonio Crespo, así como la de Asuntos Sociales, Esperanza Saavedra, para ofrecer alojamiento a las víctimas y conocer su estado. Aunque el edificio no sufrió daños estructurales, sí que quedó inhabitable hasta que se restablezca el fluido eléctrico, ya que el sistema de luz quedó completamente calcinado. Todos los vecinos lograron realojarse en casas de familiares, por lo que el servicio de acogida municipal no tuvo que hacerse cargo de ninguno de los afectados.

Fuego en la cocina

Las escenas de pánico vividas en Aranjuez se trasladaría a a Móstoles poco antes de las seis de la tarde. También en el primer piso del número ocho de la calle Francisco Javier Sauquillo, aunque en este caso el origen del fuego fue en la cocina. Aunque el incendio causó una intensa humareda casi de inmediato, el hecho de que los habitantes de la casa se marcharan de ésta cerrando la puertas permitió que no se extendieran las llamas hacia otras viviendas.

A los vecinos afectados por ambos incendios se unieron ocho miembros de los servicios de atención que acudieron a socorrerles. Seis efectivos del Summa que se encontraban en el inmueble tuvieron que ser atendidos en el lugar de los hechos por intoxicaciones leves. Los otros dos son policías nacionales que inhalaron humo mientras alertaban piso por piso a los vecinos para que evacuaran sus viviendas.