Los talibán atacan dos bases aliadas 72 horas después de asaltar la española

Después de que el miércoles un infiltrado matara a tres españoles en Qala-i-Now y una turba intentara asaltar la base del contingente, ayer un nutrido grupo de radicales atacó dos acuartelamientos aliados en la provincia de Jost, en el este del país asiático.

A primera hora de la mañana, el ejército afgano y las tropas aliadas vieron como sendos grupos de talibán con armas cortas, algunas pesadas y potentes cargas de explosivos se lanzaban contra sus bases. Los aliados hicieron frente al ataque, aunque necesitaron de apoyo aéreo para acabar con la ofensiva. En total, tras el intercambio de disparos resultaron muertos 24 integrantes de la red integrista Haqqani, cuatro de los cuales llevaban chalecos con explosivos adosados al cuerpo, mientras que la Fuerza de Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán (ISAF por sus siglas en inglés) detenía a cinco de ellos.

Uno de los ataques tuvo lugar en la base estadounidense «Camp Salerno», donde perecieron 15 de los agresores y en cuyas proximidades las tropas de la ISAF localizaron un camión que se dirigía hacia ella y en el que iban tres insurgentes. La fuerza conjunta lanzó un ataque aéreo sobre el vehículo en el que murieron los tres ocupantes, uno de los cuales estaba relacionado con un destacado líder de la red Haqqani en Pakistán y trabajaba como profesor en una madrasa (escuela coránica) conocida por facilitar suicidas al movimiento talibán.

El ataque fue reivindicado por un portavoz talibán, Zabiulah Muyahid, quien dijo que 28 de sus hombres cargados con explosivos adosados al cuerpo y armas de diferente calibre participaron en los ataques, según la agencia AIP.

Muyahid aseguró que ocho integristas suicidas atacaron la base de las tropas internacionales en Sarabagh, mientras otros doce les apoyaban desde el exterior y que ocho más se enfrentaron contra fuerzas estadounidenses en la zona del antiguo aeropuerto. En el ataque a esta base perdieron la vida nueve insurgentes, según informaba ayer la ISAF.

En otra provincia del país asiático, Wardak, al suroeste de Kabul, tropas internacionales mataron por error a a dos contratistas de seguridad privada. El incidente ocurrió el viernes, cuando un coche se aproximó a la patrulla a gran velocidad. Los pasajeros fueron vistos disparando desde el interior del vehículo y la patrulla abrió fuego contra el automóvil, matando a dos de sus ocupantes.


Veinte niñas gaseadas por los radicales
Si uno de los frentes de los talibán es la guerra abierta contra las tropas internacionales, el otro es acabar con todos los progresos que éstas van introduciendo en el país. Centrales eléctricas, centros de agricultura y últimamente, con especial virulencia, las escuelas infantiles. Ayer, un grupo de radicales lanzaron gas contra una escuela del centro de Kabul, intoxicando a veinte niñas. El ataque tuvo lugar tres días después de producirse un hecho similar en otro centro educativo de la misma zona en el que 40 estudiantes quedaron inconscientes tras inhalar gas. «Estaba en clase cuando un coche llegó y tiró algo. Hubo una especie de niebla y a partir de ahí no sé lo que ocurrió», manifestó a la televisión afgana «Tolo» uno de los profesores del centro.