Buenos Aires
Las estrellas de la banda
Diego Armando Maradona será una de las grandes atracciones en Suráfrica. Lippi o Domenech también monopolizan la atención
Hace dos años, pocas horas después de que Francia cayera eliminada estrepitosamente en la primera fase de la Eurocopa de Austria y Suiza, cogió un micrófono de la televisión francesa y le pidió matrimonio en directo a Estelle Denis, su pareja y madre de sus dos hijos. Poco importaba que el país estuviera en pie de guerra pidiendo su cabeza, o que el periodista quisiera hablar de su posible dimisión. En aquel momento, para Raymond Domenech lo primero fue el amor.En contra de todos los pronósticos, dos años después, Domenech continúa siendo el amo del banquillo de la selección «bleu», aunque si no hay milagro que lo evite, Suráfrica será su última etapa como seleccionador francés. La Francia futbolística clama por un cambio de aires, pero Domenech condujo a la mejor generación de futbolistas franceses, muchos ya en el ocaso, hasta la final del Mundial de Alemania. Y sigue viviendo de ello. El que no tiene nada que envidiar de la extravagante personalidad del seleccionador francés es Diego Armando Maradona, el gran protagonista de la cita mundialista que está a la vuelta de la esquina. El «Pelusa» ha llevado a Argentina hasta Suráfrica con más pena que gloria, pero allí está. Con sus excentricidades, con sus salidas de tono, pero con las posibilidades intactas. Maradona ya ha prometido que se desnudará en plena plaza del Obelisco, en Buenos Aires, si la «albiceleste» logra su tercera corona mundial. Una promesa que se queda corta si nos atenemos a lo que propuso Carlos Bilardo, el técnico campeón en 1986, en una televisión argentina. Se dejará sodomizar por el autor del gol de la victoria. En fin, cosas de argentinos. Maradona estuvo a sus órdenes en México y ahora es el diector de orquesta. Algo le debió quedar.El Diego estrenará en Suráfrica su última «adquisición». Se ha tatuado en el antebrazo el nombre de «Benjamín», su nieto y el hijo del «Kun» Agüero, que ahora compartirá espacio con el Che, Gianinna y Dalma. La cosa promete. Maradona no ha conseguido que Argentina practique un fútbol demasiado atractivo, pero con él en un banquillo el espectáculo está garantizado.Si Maradona representa la impetuosidad, la irracionalidad y el atrevimiento, Vicente del Bosque es todo lo contrario. El técnico español es puro raciocinio, pura calma y pura serenidad. Algo parecido a Carlos Alberto Parreira, la gran esperanza de toda Suráfrica. Los «Bafana Bafana» han depositado en el brasileño todas sus esperanzas para hacer un buen papel en su Mundial. Todos los anfitriones han pasado siempre la primera fase y los «hijos de Nelson Mandela» no quieren ser la excepción del torneo.Parreira es un técnico experto al más alto nivel. Ganó el Mundial de 1994 con Brasil, un equipo muy parecido al actual de Dunga, o lo que es lo mismo, muy alejado de lo que todos tenemos en mente que debe ser Brasil. Parreira es de aquellos técnicos que primero hace equipo y luego piensa en las individualidades. El brasileño está aplicando su filosofía a rajatabla con Suráfrica, y le está dando frutos. Los anfitriones llegan al Mundial con una excelente racha de resultados y todo el país confía en Parreira para alcanzar los octavos de final.Quien no ha hecho demasiado ruido hasta llegar al país africano, otra vez, es Marcello Lippi. Italia es la defensora del título, un título que ganó contra todo pronóstico, pero con total merecimiento hace cuatro años. Lippi condujo al éxito a la «azzurra» mezclando la dosis justa de veteranía y juventud. Después de tomarse unos años sabáticos, dejando que Donadoni «se la pegase» en la última Eurocopa, ha regresado cual ave fénix para intentar repetir el milagro. Lo tendrá difícil. Eso sí, volverá a tomarse un tiempo de asueto ya que Cesare Prandelli ya está preparado para coger las riendas del equipo italiano cuando acabe el Mundial.En el otro extremo de todos ellos está Kim Jong Hun, seleccionador del país menos mediático de todo el Mundial, Corea del Norte, y el peor pagado (170.000 euros).Los números también cuentan- Una cuestión de edad. Otto Rehhagel, seleccionador de Grecia, es el técnico más veterano de todos los que estarán en Suráfrica, con 71 años. El eslovaco Vladimir Weiss, de 45, es el más joven. - Una vitrina llena. Ottmar Hitzfeld, selecionador suizo, es el que puede presumir de haber ganado más títulos (19) que todos sus colegas. Le sigue de cerca Sven Goran Eriksson (18), ahora al mando de Costa de Marfil. Maradona espera inaugurar su palmarés en los banquillos, aún desierto.- Alemania-Argentina. Los dos países tienen tres representantes en los banquillos del Mundial.
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