Rajoy replica a las presiones sobre el «Gürtel» con el perdón a Cobo y Costa

La decisión de no agotar la sanción de un año de suspensión de militancia se arrastra prácticamente desde la primavera, con sus más y sus menos dentro de Génova, donde la secretaria general, María Dolores de Cospedal, ha liderado al sector partidario de aguantar el tirón y apurar al máximo el plazo para dar un mensaje de firmeza.

En abril no llegó a concretarse el uso de la adenda de revisión del castigo en el plazo de seis meses que, estratégicamente, incluyó la propuesta de sanción porque por medio se cruzó la polémica decisión del Tribunal Supremo de reabrir el «caso de los trajes» –deriva de la «causa Gürtel» que afecta al presidente valenciano– y de devolver el procedimiento al Tribunal Superior de Justicia Valenciano, que lo había archivado en agosto de 2009. Y también se frustró el perdón durante este agosto.

Al final, la restitución de «todos los derechos» como militantes del PP llega sólo dos meses antes de los 12 estipulados y el motivo oficial es el «comportamiento satisfactorio» que han mostrado los implicados. Con esta decisión la dirección nacional facilita el camino para que tanto Alberto Ruiz Gallardón como Francisco Camps puedan contar con ellos en las listas de las elecciones autonómicas y municipales de la próxima primavera. Además, Rajoy lanza entre líneas otro mensaje a quienes le están presionando para que suelte amarras con Camps y con el equipo que dirige el PP valenciano.

Cobo, mano derecha de Gallardón, fue expedientado por las durísimas críticas que lanzó el pasado mes de noviembre contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, en una entrevista en «El País». Y Costa, también del entorno de máxima confianza de Camps, lo fue por negarse a oficializar el cese impuesto desde Génova en sus funciones como secretario general del PP valenciano justo cuando el «caso Gürtel» era una olla hirviendo que pendía como una «espada de Damocles» sobre la imagen de Rajoy. Para rebajar la presión mediática y de la opinión pública Génova pidió la cabeza de Costa sin que el Comité Ejecutivo regional formalizase sus deseos.

El pasado 27 de enero el PP anunciaba que la sanción final a los dos, por una «falta grave», iba a ser de un año, revisable a partir de los seis meses. Ambos ya llevaban tres meses fuera del partido de forma cautelar. Con la resolución adoptada ayer el Partido Popular cierra un complicado capítulo que trasciende los nombres de Costa y Cobo debido a su condición de fieles escuderos de dos de los «barones» con más peso dentro del partido.

Agradecimiento
Nada más conocerse la noticia el vicealcalde de Madrid expresó públicamente su agradecimiento a Rajoy y subrayó que siempre se ha sentido «muy a gusto» dentro del PP. Pese a su suspensión de militancia Gallardón le mantuvo en todas sus funciones, incluida la de portavoz municipal, aunque desde la Comunidad se exigiese su cese. El lunes Cobo participará de nuevo en el Comité Ejecutivo que Mariano Rajoy ha convocado en Santiago.