Durante los últimos días el sector de las frutas y hortalizas ha estado de actualidad por dos motivos. En primer lugar, por la crisis de precios que atraviesa la fruta dulce (melocotones, nectarinas y albaricoques, entre otras); los productores piden que se ponga en marcha una operación extraordinaria de retirada de los excedentes. Aunque Francia no ha aplicado todavía los controles en frontera anunciados por su secretario de Estado de Consumo, la realidad es que la imagen de las frutas españolas ha quedado muy deteriorada en el mercado de este país, como consecuencia de sus declaraciones, por lo que el daño ya está hecho.
En segundo lugar, la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo propuso la semana pasada que se rechace el contenido del Acuerdo de Asociación entre la UE y Marruecos, que fue suscrito a finales del año pasado por las delegaciones de la Comisión y del Gobierno de Rabat.
Eso es lo que pide también el sector español, debido a las concesiones que se otorgan a las hortalizas procedentes de este país.
Sin embargo, la comisión parlamentaria competente en la materia es la de Comercio Internacional, que todavía no se ha pronunciado al respecto; a continuación tocará la votación en el Pleno, que es el que tiene la última palabra. Hasta entonces no se puede cantar victoria, ni mucho menos.