José Antonio Martínez Uranga: «El pliego debe adecuar el canon de dinero»

Después de un buen puñado de años al frente de Las Ventas, José Antonio Martínez Uranga se despide este octubre del timón de la primera plaza del mundo. Con el nuevo pliego de condiciones ya en el horizonte y recién acabada su última Feria de Otoño, el empresario hace balance de su etapa como gestor del coso madrileño.

–¿Qué balance hace de Otoño?
–Si sumamos todo, el resultado final es positivo. No oculto que estoy defraudado con el juego de los toros, que no ayudaron, pero la gente acogió bien los carteles y hubo tres llenos. Además, también se ha podido ver el buen momento que atraviesan algunos de los toreros anunciados.

–¿Se equivocaron con el ganado?
–No creo que sea criticable a la empresa que no colaboraran. Lo único que se nos puede reprochar es la presentación de las reses y no hubo ni una sola queja. Todos los encierros se lidiaron al completo y no se pitó a ninguno de los astados. A partir de ahí, nosotros no podemos adivinar qué llevan dentro los animales. La corrida de Adolfo Martín era intachable, sobrecogedora por trapío, y nadie se aburrió con ella, pese a su peligro, pero me dolió especialmente la de Gavira. El mano a mano despertó mucho ambiente, los toreros vinieron a por la puerta grande y en corrales había un encierro muy entipado, serio, y al mismo tiempo agradable para Fandiño y Mora. Sin embargo, en el ruedo, los toros fueron un desastre.

–Y de los diestros, se queda con...
–Han estado por encima de sus adversarios. Disfruté mucho en el mano a mano con dos matadores que quieren romper y estoy convencido de que el año próximo se van a montar en el carro de las figuras en todas las ferias. Tampoco se puede quedar en el tintero El Cid. Puerto de San Lorenzo lleva 30 años seguidos lidiando en Madrid y esta vez sólo embistió uno, pero ahí estuvo Manuel Jesús para demostrar que es un gran profesional y aprovecharlo.

–Salvo esa tarde, tres llenos, un dato esperanzador.

–Ya lo creo, reconozco que la crisis nos preocupaba mucho, porque no sabíamos si afectaría a los abonos. Sin embargo, la afición retiró el papel e incluso los pocos –quinientos– que se pusieron a la venta también se agotaron en tres horas. Es la mejor señal.

–¿Qué nota pone al último año de Taurodelta en Las Ventas?
–Pienso que buena. San Isidro fue muy bueno, de lo mejor de los últimos años. Hubo récord de orejas cortadas y hacía tiempo que tres figuras no salían por la Puerta Grande. Manzanares, Talavante y César Jiménez sacaron su mejor dimensión. También me quedo con la satisfacción de ver este verano el aspecto de la plaza en las nocturnas. Era precioso ver a 16.000 espectadores en los tendidos y familias completas con los nietos de la mano de sus abuelos. Julio y agosto respondieron, sólo septiembre bajó la intensidad.

–Pregunta obligada, ¿se presentarán a la reelección para gestionar Las Ventas?
–Primero queremos ver el pliego de condiciones, que se adecúe al momento actual y prime la sensatez. Si es normal, nosotros nos volveremos a presentar como candidatos. Eso sí, no valoramos agruparnos con nadie, seguiremos adelante con Taurodelta.

–¿Qué modificarían del actual?
–El canon. Adecuarlo resulta fundamental. El actual se hizo hace seis años y la vida ha cambiado una barbaridad. También hay que cuidar el dinero de la taquilla. No defiendo un aumento abismal del precio de las entradas, pero sí subirlas un poco, ahora mismo, Madrid es la plaza más barata para ver toros. Si estamos diciendo que es la primera plaza del mundo, la «Champions» del toreo... No tiene sentido que haya entradas, a dos euros, que valgan menos que el precio de la almohadilla.

–Apostaron por la Feria del Aniversario, ¿continuará si son reelegidos este invierno?
–Dependerá del pliego. Creamos esa feria porque el número de festejos en San Isidro pasó de rondar la treintena a la veintena. Además, se nos pidió que las figuras fueran también en junio, fuera del abono, así que inventamos el Aniversario para paliar ese deficit. Si salimos elegidos, veremos qué marca el pliego, si demanda un San Isidro largo, no hará falta estirarlo con otro ciclo. Lo que sí tengo claro es que deseamos que Madrid siga siendo el modelo de plaza de toros de temporada.