Hallado en Francia un «zulo» de ETA con detonadores y documentación

Según las fuentes, en ese escondite se encontraron dos bidones de 100 litros cada uno, en los que había detonadores, documentación en euskera, material informático y placas de matrícula españolas y francesas, pero no explosivos, pese a lo que se había informado en un principio.La Policía Judicial dijo desconocer si ese zulo era de reciente implantación o llevaba en el lugar varios años, y adelantó que la documentación encontrada va a empezar a ser analizada este fin de semana.

Los expertos tendrán que determinar ahora si el escondite era de reciente implantación o llevaba en el lugar varios años.

El goteo casi permanente de hallazgos de «zulos» de ETA en Francia demuestra que la banda no ha renunciado a las redes de escondites que, llegado el momento, le permitirían disponer de armas y explosivos para volver a cometer atentados. Si realmente tuviera intención de abandonar las actividades terroristas, lo primero que deberían haber formalizado es la entrega a las autoridades galas de un plano con la localización de todos sus «zulos». No lo han hecho, ni tampoco lo harán con el abogado sudafricano Brian Currin, empeñado en una mediación y verificación que sólo desean los pistoleros, con el fin de que les sirva de pantalla parea continuar con su «proceso».
El Bosque de Arbailles es un lugar idílico, al que no se puede acceder por carretera sino andando por senderos que utilizan los pastores.

Existen numerosas cuevas y abrigos rocosos que, según explican las guías que hablan del paraje, fueron usados tradicionalmente por los contrabandistas (y, por supuesto, también por los terroristas de la banda).

Los últimos zulos de la banda –concretamente con gran cantidad de armas y explosivos– fueron hallados el pasado mes de julio por la Policía francesa en la localidad de Bayona.