Presentación

Marca España por María José Navarro

La Razón
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Hoy (también) toca confesión: soy una ignorante. Llevo ya unos días oyendo hablar muchísimo de la Marca España y les confieso que no tengo ni idea de lo que es. Imagino, por la insistencia, que es la marca de los productos de moda, la marca preferida por los marca-tendencias y los más «cool», una señora marca. Esto de oír hablar mucho de algo que debe de ser estupendo pero de lo que no tienes ni idea me pasa con asiduidad: me pasó con los zapatos Manolo Blahnik, me pasó con el champagne rosado y me pasó con la rúcula. Con el tiempo me di cuenta de que nada era para tanto, pero durante una temporada me sentí esa prima del pueblo de revista que luego resulta ser Lina Morgan. En fin, esta vez, decidida a evitar el bochorno de llegar a una recepción de embajada pedánea de esas que frecuento y ser la única sin algo Marca España, me he lanzado a la investigación. He mirado y mirado y lo único que me sale por Marca España son unos embutidos y jamones que se anuncian en el videomarcador del Calderón; bien pensado esto es lo lógico, dado que siempre que uno discute con un extranjero sobre si su país es mejor que el nuestro saca una el jamón a colación y gana por goleada. No obstante, me sorprende que en reuniones de sofisticados neoyorquinos el tema de conversación sea el salchichón cular, así que ahora dudo. Miro bien lo que tenemos y me da miedo, eso sí, que hayamos lanzado la marca sin haber mejorado el producto, no sea que al final nos convirtamos en el Ryanair de la ONU.