La resaca de la huelga

Madrid- La capital amaneció ayer con la resaca de la huelga general aun presente en sus calles. En el centro y en las zonas comerciales las paredes, aceras, papeleras y semáforos todavía tenían centenares de pegatinas que, pacientemente, iban rascando los servicios de limpieza municipales y los propietarios de los establecimientos. Muchos comercios intentaban limpiar también las pintadas que los piquetes realizaron cuando no quisieron cerrar. Además de los comercios, también sufrieron agresiones algunos monumentos protegidos de la capital. Un ejemplo es la Puerta del Rey, situada en la Casa de Campo frente a la glorieta de San Vicente, que amaneció con pintadas de adhesión a la huelga.
El Área de Gobierno de Medio Ambiente también se ocupó de retirar el mobiliario urbano –papeleras y contenedores de basura sobre todo– que resultó dañado durante la jornada de huelga. A falta de un cálculo preciso, una veintena de contenedores fueron quemados o destrozados, el precio de su sustitución ronda los 20.000 euros.
En el caso de la EMT, que sufrió el vandalismo de los sindicatos en las cocheras, valoraban en cerca de un millón de euros las pérdidas por la huelga ya que el bloqueo de los piquetes provocó que el miércoles perdieran un millón de viajeros. En cuanto a los daños en los vehículos, fuentes del consorcio contaron cerca de veinte lunas rotas. Igualmente destacaron que la mayor parte de agresiones contra los vehículos consistieron en pintar los retrovisores de casi un centenar de autobuses. «Un daño mínimo pero suficiente para que vuelvan a cocheras», añadieron.
Pero si estos daños fueron atribuidos a sindicalistas, en Rivas-Vaciamadrid, acusan al propio Ayuntamiento de «obligar» a muchos a hacer huelga. El PP de la localidad denunció ayer la decisión del alcalde de la localidad, José Masa (IU) de cerrar el 29-S «las escuelas municipales con lo que obligó a muchos padres a quedarse en casa en vez de acudir al trabajo, contribuyendo así a engrosar los números de la huelga y a engordar su seguimiento», comentó la presidenta del PP ripense, Marisa del Olmo.
«Es intolerable que en un municipio de más de 72.000 habitantes el Ayuntamiento establezca para una plantilla de 640 personas unos servicios mínimos de 5 y, lo que es peor, no quiso garantizar éstos ni en la casa de niños «El Dragón», ni en las escuelas infantiles «Luna Lunera», «Platero» y «Rayuela», todas bajo su responsabilidad.