Cher y la debutante Christina Aguilera dos castas muy divas

Es cierto: el rostro de Cher lleva encima inúmeras operaciones estética, algún que otro pinchazo de botox y un poco, quizá,de relleno por algún sitio. Pero, a unos centímetros de distancia, reconozcamos que se trata todavía de una señora estupenda. Delgada, carismática, mira muy fijo desde ese perfil pétreo y casi de egipcia altanera. Luego resulta que Cher descubre la verdad del misterio, su sarcasmo y un sentido del humor de cara seria. Si no fuera porque al lado tiene a la intensamente teñida y escotada Aguilera, otra cantante que arrea aunque en tamaño reducido, Cher sería la reina absoluta del lugar. Y aun así. Protagonizan «Burlesque», la opera prima del también menudito Steve Antin y en la que ambas bailan y cantan en un filme, dice Martin, que homenajea «a la edad dorada de Hollywood». «Llevo mucho en esto,y el "show bussines" ha cambiado. Al principio de mi carrera no existía internet, sólo estaban los conciertos, las tiendas de discos y los músicos, con quienes todos eran amables... Se movía más dinero», confiesa Cher. «Yo también lo noto, sobre todo, por la irrupción de los "paparazzi". Cuando empecé no me perseguían de esta manera , la exposición era menor, ahora todo ha cambiado con la red, somos demasiado accesibles... Se está perdiendo la experiencia de ir a vernos en directo», admite Aguilera, con el corpiño y los labios más rojos que un tomate. Cher, que la mira de reojo de vez en cuando con el mismo gesto faraónico, reconoce que «siempre he querido cantar en una película, el problema radica en que ya nadie hace musicales. Me ofrecieron "Mamma mia!", pero estaba de gira». Mientras, Aguilera confiesa que «mi personaje fue revisado porque dudé si podría encarnar a una joven tan luchadora y apasionada». En la película se llama Ali, quien no para hasta que consigue trabajar en un local nocturno que regenta Tess; la enigmática morena, claro: «Hice con Christina lo mismo que Meryl Streep conmigo cuando empecé en el cine: guardarle las espaldas, que viera en mí un apoyo. Reconozco que resulta duro trabajar conmigo, era como un combate de boxeo...». Cher sabrá los motivos.

Detrás de los brillos
Aguilera, sin embargo, insiste en la buena relación: «Fue genial aprender de ella, yo debutaba en este medio, y desde que nos conocimos me acogió con los brazos abiertos». Y Cher, queparece estar pasando un rato estupendo, revela que «cuando dos mujeres se juntan no pueden callar la boca... Entre toma y toma, no parábamos de hablar. Sobre hombres, sobre vestidos...». Ahora Aguilera se pone seria: «Detrás de este brillo y glamour hay mucho trabajo. Y gente mala y buena, lo que debes saber es hacia dónde quieres ir». Igual que Cher: «Desde niña deseaba dedicarme a esta profesión, aunque todos me decían que me buscase una de verdad. Pero cuando deseas algo de forma intensa...». De guinda, la pregunta que algunos no se atreven a formular: ¿se vuelve un set muy pequeño con dos divas dentro? Aguilera enfatiza que «me parece ridículo. Uutilizas tus propios instintos, pero no actúas como una». Cher la secunda: «Si piensas como una, mejor que te vayas a casa...», subraya con gesto lánguido. Aguilera, que comenzó su trayectoria en la cadena Disney, asegura por último que, de vivir el creador de la productora, «le encantaría el filme... Muestra el poder femenino, y en él expreso mi sexualidad. Sí, Disney habría disfrutado». O se muere otra vez.