Juegos Olímpicos

Buenos Aires

Madrid olímpico desgrava

El Consejo de Ministros dio ayer un espaldarazo al proyecto al dotarle del sello de «interés excepcional» . Los patrocinadores deducirán 90 céntimos por cada euro que inviertan en el sueño olímpico

Madrid olímpico desgrava
Madrid olímpico desgravalarazon

MADRID- En tiempos de zozobra económica, de medidas impopulares, de calles de fuego –la gasolina que anuncia Cayo Lara–, de subidas de precios y bajadas de calidad de vida, el Consejo de Ministros dio ayer el espaldarazo definitivo a la candidatura de Madrid'2020, al considerarla de «interés excepcional» durante el presente año y también 2013, cuando el futuro olímpico de la capital va a estar en juego.

Conceder a un acontecimiento como la organización de unos Juegos Olímpicos la vitola de «interés excepcional» es un claro anuncio de confianza en el evento y, por extensión, una llamada a los patrocinadores, sin cuya colaboración económica cuadrar un proyecto tan ambicioso y exclusivo como el de Madrid sería harto complicado.

Antes de que el Gobierno depositara su plena confianza, sin fisuras, en Alejandro Blanco, presidente de la candidatura M'20, y sus huestes, los ciudadanos ya se habían alineado con la idea. En efecto, el Comité Olímpico Internacional encargó, como suele ser habitual, sendas encuestas sobre la aceptación popular en Madrid, Tokio y Estambul, las tres ciudades que pasaron el corte, independientemente de los sondeos de cada una de las tres ciudades, que siempre indicaban la ventaja de la capital de España, incluso en todo el Estado. Los resultados no hicieron sino confirmar que el proyecto madrileño cuenta con más apoyos entre la población que sus adversarias y mejoró sus propios sondeos. Sirva de ejemplo que el 90 por ciento de los menores de 25 años respalda la organización de los Juegos.

Para el empresario dispuesto a apostar por la aventura olímpica, el «interés excepcional» equivale a recuperar, mediante ventajas fiscales, el 90 por ciento de lo que invierta; en román paladino: desgrava 90 céntimos de cada euro. La decisión adoptada por el Consejo de Ministros seguramente ha desbloqueado más de una negociación en curso. Fuentes de la candidatura opinan que «la noticia es fantástica» y que si antes de producirse había razones poderosas para ser optimistas con el futuro olímpico de Madrid, ahora las sensaciones «son todavía más sólidas y positivas».

Y no es un brindis al sol, un farol, afirmar que sea cual fuere la inversión se multiplicarán los beneficios. El salto de Barcelona en el 92 no fue al vacío sino al infinito: mejoró sus infraestructuras al mil por ciento, recuperó la inversión, cambió radicalmente su imagen externa y multiplicó el número de turistas. Barcelona es otra ciudad después de los Juegos, más acogedora, más moderna, más cosmopolita; Madrid está convencida de que si el 7 de septiembre, en Buenos Aires, la Asamblea del Comité Olímpico Internacional se inclina por su proyecto, 2020 será el año de su despegue universal.

En Quebec, Madrid ganó una batalla importante y se situó en cabeza de la carrera olímpica de 2020. Tanto para la capital española como para Tokio y Estambul supuso un respiro la eliminación de Doha, sobre todo, y de Bakú. Y, pese a la crisis, evidente, devastadora, sangrante y brutal, la sonrisa madrileña es amplia porque si organiza los Juegos fomentará el empleo hasta tal punto que creará entre 300.000 y 320.000 puestos de trabajo, 70.000 colocaciones más de las que anuncia Eurovegas. Es un dato estadísticamente comprobado, un fabuloso pozo de petróleo en una Comunidad con 521.000 parados en la actualidad.

Otra ventaja conocida de Madrid, y valorada por el Comité Olímpico Internacional, es que el 80 por ciento de las infraestructuras que necesita ya están construidas. Y que la inversión será menor que la que puedan llevar a cabo Tokio o Estambul. Y aún más, que el proyecto es mejor que los dos anteriores y que el aprovechamiento de instalaciones es muy superior, con lo que en este apartado también disminuye el gasto.

La candidatura olímpica de Madrid 2020 avanza viento en popa con el sello de «interés excepcional» que ayer recibió en el Consejo de Ministros.

 

El soplo
LA CONFIANZA DE ROGGE

Al poco de ser elegido presidente del Gobierno, Mariano Rajoy llamó a Jacques Rogge, presidente del Comité Olímpico Internacional, para confirmarle el apoyo sin fisuras de su gabinete al proyecto olímpico de Madrid'2020. En un encuentro posterior, con motivo de la final de la Eurocopa de selecciones entre España e Italia en Kiev, Rogge mostró a Rajoy su confianza en el proyecto madrileño y le vino a decir que en el horizonte de la candidatura, el mayor adversario es el mercado financiero, la crisis. Por otra parte, el responsable del COI no dudaba de que España saldría del bache con tiempo suficiente para organizar unos Juegos Olímpicos extraordinarios en 2020.