Ayuda de CiU y PNV

El presidente quiere seguir 11 meses como titular del Ejecutivo, pese a que sus barones han preferido sacarlo del debate político ante las elecciones del 22 de mayo para no resultar perjudicados. Sin embargo, no practican la máxima según la cual lo que es malo para ellos también resulta prejudicial para el resto de los españoles. Una clara muestra de egoísmo y falta de solidaridad. La permanencia de Zapatero hasta el final de la Legislatura no depende sólo de sus acólitos, sino también de los nacionalistas vascos y catalanes que le han dado su apoyo en momentos cruciales en los se habría visto obligado a irse de no haber contado con su apoyo. Es más, si CiU y PNV no hubieran secundado algunas de las reformas emprendidas, el destino de Zapatero habría sido el mismo que el del primer ministro luso, José Sócrates, que se ha visto obligado a presentar su dimisión por falta de apoyos parlamentarios. Así pues, la permanencia o marcha de Zapatero obedecerá a la actitud de estas dos formaciones. De momento, Artur Mas se ha negado a reducir el déficit de Cataluña, el más alto de todas las comunidades, a la espera de septiembre, fecha de los Presupuestos Generales. Está seguro de que el Ejecutivo le dará dinero a cambio de su apoyo; aunque la UE lo prohíba. La cuestión es, ¿ZP atenderá las exigencias de Mas o de Merkel? En la peor situación, el inquilino de La Moncloa tiene otro «as»: Urkullu, que ha garantizado su apoyo hasta el fin de la legislatura ¿a cambio de qué?