Afganistán
Un debate ético necesario por Paul Gordon
El sorprendente caso de escuchas ilegales de «News of The World» no solamente ha escandalizado al público británico, sino que amenaza con dividir al Gobierno. Los liberales han advertido que estarían dispuestos a apoyar una moción de censura del Partido Laborista para frenar la oferta de compra lanzada por el dueño de diario y «News International», Rupert Murdoch, a la cadena BSkyB. De esta manera, la opa lanzada a esta cadena tendría que pasar por la Comisión de Competencia. Los laboristas quieren retrasar la posible compra de la cadena hasta que se haya completado la investigación criminal de todo el asunto y los liberales parecen dispuestos a apoyarlos en esta iniciativa. El partido de Cleck se ha opuesto desde hace décadas a la falta de pluralidad del mercado informativo en Gran Bretaña y en particular al grupo mediático de Murdoch, ya que éste controla varios periódicos nacionales de importancia como son el «Times», «The Sunday Times» y «The Sun», además de la cadena Sky.
El periódico «The News of The World» fue cerrado el pasado fin de semana tras 168 años de existencia ininterrumpida debido a la magnitud de las acusaciones: intervención ilegal de teléfonos móviles a miles de personas durante años, en busca de exclusivas para competir con sus rivales sin límite moral alguno. Esto ha abierto el debate sobre la regulación de la prensa, la falta de pluralidad en el mercado mediático británico, la corrupción policial y las relaciones entre políticos y periodistas. El cierre por parte de Murdoch podría considerarse como una especie de sacrificio voluntario para tratar de limitar posibles daños penales e intentar que su imperio mediático sobreviva. El periódico admitió en abril que llevaba mucho tiempo interviniendo ilegalmente los móviles de personas importantes como los de los ayudantes del príncipe Guillermo, víctimas de asesinato y familiares de caídos en Irak y Afganistán.
Lo más lamentable del escándalo son las supuestas relaciones corruptas con la Policía y la falta de control a estas actividades ilícitas llevadas a cabo como una práctica común entre los dirigentes del diario y algunos periodistas.
Se ha tratado de salpicar la imagen de Cameron relacionándolo con Andy Coulson, su ex jefe de prensa y ex editor de «News of The World», pero la verdad es que le destituyó tan pronto como tuvo indicios de las posibles acciones delictivas de su asesor.
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