
Reserva Federal
ANÁLISIS: Frenar la especulación por Alberto Roldán

–¿El remedio a la crisis de deuda es que el BCE recorte los tipos de interés al 0% y actúe como prestamista ilimitado?
–Sería una respuesta demasiado agresiva y casi diría que desesperada. Hay que tener en cuenta en qué diferenciales nos movemos para pensar en unos tipos a cero, y que la inflación está por encima del objetivo del BCE, con el crudo de nuevo presionando. Esa medida, además, limitaría la capacidad de respuesta del BCE a futuro, con el consiguiente riesgo de caer en lo que los economistas llamamos «trampa de liquidez». Lo más razonable es pensar en un recorte de 25 puntos básicos en la próxima reunión y dejar la puerta abierta a nuevos recortes si la inflación afloja y las perspectivas de crecimiento siguen tan débiles. Definitivamente, creo que sería un mensaje mal interpretado por los mercados. Otra cuestión es el papel que ha asumido inyectando liquidez mediante subastas a año y comprando deuda. Es una de las pocas herramientas efectivas que tiene ahora.
–¿Son ilimitados los recursos del BCE?
–Rotundamente, no. Podría imprimir dinero a un ritmo mayor, pero con unas consecuencias impredecibles a largo plazo. El mandato del BCE es la estabilidad de precios y se actuaría contra sentido.
–¿Es el único organismo capaz de frenar la especulación?
–La especulación está en el mercado de forma extendida por una cuestión de desconfianza total y absoluta. Nadie quiere prestar y nadie se fía de recibir los nominales adquiridos en forma de deuda. El circuito del crédito está seco como nunca se pensó que podía estar, y por ese motivo, en cuanto el dinero vuelva a circular, la especulación desaparecerá por sí sola. Por otra parte, el BCE debería complementar medidas de mayor calado que ahora mismo sólo se pueden alcanzar mediante una profunda negociación política.
–Si la solución está en manos del BCE, ¿por qué no pone en marcha más compras de deuda?
–El BCE ya está actuando e, insisto, lejos de su función ordinaria. De acuerdo que la situación es extrema, crítica me atrevería a decir, pero no puede asumir toda la responsabilidad ni se debería pensar que es la única alternativa. Sería un error grave.
–¿Resolvería la situación que se diera luz verde a la ampliación del fondo de rescate para garantizar las emisiones de todos los países del euro?
–La rápida aprobación, ampliación y ejecución del EFSF con un amplio consenso político sería lo deseable. Eso frenaría la tremenda tensión que experimentan los diferenciales soberanos en toda Europa. Alemania es escéptica porque es consciente de que, de manera paralela, los mismos países en problemas están solicitando o argumentando la creación de eurobonos, algo a lo que hoy por hoy se niega Alemania.
Alberto Roldán
Director de Análisis de Inverseguros
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