
Málaga
Fondo para apuros

Aun señor de Málaga le han metido un puro de 145.000 euros por fumarse un ídem en su propio negocio. La Junta se fuma otro con sus ERE falsos sin que pase nada. De hecho, tenía todo un fondo para fumárselos. «Fondo para apuros» lo ha llamado por más señas el que antes lo venía definiendo como «fondo de reptiles». En cualquier caso, tabaco gratis para que los reptiles se liaran a porrillo el dinero de todos. El tío de Málaga, al menos, se paga sus puros y se los fuma en su local, pero a éstos les pagamos el sueldo, el chiringuito y los puros sin que ninguna orden de la Junta haya sido remitida con urgencia para clausurarles nada. Son una casta para la que no valen los apremios de los demás y en la que los socialistas vuelven a ser los más apurados. Ni por error, se les ha debido colar en ninguno de esos ERE un afiliado del PP, por muy apurado que esté, ni nadie de la oposición, sino que todo volverá a quedar en la necesitada casa de los militantes socialistas.
Preguntarse a estas alturas si los altos cargos de la Junta conocían el asunto es un insulto a todos cuantos esperamos que Andalucía deje alguna vez de hacer el ridículo en este país. Es tan claro que lo sabían, que tan sólo en el hipotético caso de que lo desconocieran habría que cesarles inmediatamente a todos, por tontos, y por dejar que nuestro dinero fuera robado con tanta impunidad y descaro. La Junta de Andalucía concibió un sistema para tramitar los EREscon objeto de que nadie se enterara de cómo se hacían y ahora se excusa con que había aprovechados.
¿Cómo haciendo las cosas para no enterarse se puede decir luego que no se enteraban? No eran fondos opacos porque estaban en los Presupuestos, ha dicho José Antonio Griñán, al que sólo le queda por confirmar, para tranquilidad de todos, que el dinero robado eran billetes de perfecto curso legal. Tenía establecido Eugeni D‘Ors que el nivel máximo de excelencia literaria se alcanzaba cuando su secretaria admitía que no entendía lo que le acababa de dictar. Para conseguirlo, lo enrevesaba todo de tal manera que al final efectivamente ni Dios se enteraba de nada, empezando por quien tenía más a mano. El problema es que la Junta de Andalucía ha escrito este sainete y ahora quiere echar la culpa a una secretaria, que ni ha fumado en su vida ni ha hecho otra cosa que actuar al dictado. Fumar puros y empurar a alguien sólo es diferente para quien no es alto cargo.
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