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Zapatero niega a Gallardón el «rescate» de la deuda de Madrid

Gallardón no logró arrancar ningún compromiso de Zapatero
Gallardón no logró arrancar ningún compromiso de Zapaterolarazon

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, abandonó ayer La Moncloa con las manos vacías, después de más de una hora de reunión con el jefe del Ejecutivo. José Luis Rodríguez Zapatero cerró la puerta a una refinanciación de la deuda del Ayuntamiento de la capital española. El presidente justificó su decisión al alegar los compromisos internacionales adquiridos por España, que le obligan a moderar su nivel de endeudamiento. El Gobierno abrió hace unos meses el grifo de la financiación a los consistorios con una deuda inferior al 75% de sus ingresos, porcentaje que supera el de Madrid.
Gallardón lamentó ayer el trato discriminatorio que reciben las corporaciones locales respecto al resto de las Administraciones públicas (Estado y autonomías). El alcalde, que conversó con Mariano Rajoy previamente a su encuentro en La Moncloa, esgrimió el peso que representa cada Administración en la deuda pública para justificar su crítica. Así, el Estado y las comunidades suman casi el 94%, frente al 6,3% de los Ayuntamientos.

Tras la negativa del Gobierno a que el Consistorio madrileño pueda refinanciar su deuda hasta un importe máximo del 80% de los vencimientos de la misma, el Ayuntamiento se verá obligado a convertir deuda financiera en deuda comercial y, por ende, a retrasar el pago a sus proveedores, lo que supone un incumplimiento de la Ley de Morosidad. Pese a ello, el alcalde negó que esta situación financiera afecte al abono de las nóminas de los funcionarios municipales, a los gastos corrientes de la corporación y a los servicios sociales.

Zapatero sólo atendió una única demanda del dirigente popular, que consiste en que el Consistorio se subrogue en la deuda de la sociedad Madrid Calle 30. Aunque este traspaso contable no tendrá ningún efecto en términos de contabilidad nacional, la Alcaldía se ahorrará unos 100 millones de euros por los seguros que hay que contratar y en determinados tributos, como el IVA.

Gallardón no ocultó que se marchaba de La Moncloa decepcionado por la respuesta del presidente del Ejecutivo. No obstante, aseguró albergar aún cierto optimismo de que durante el trámite parlamentario del Proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado de 2011 se admitan las enmiendas presentadas para que las corporaciones locales puedan incurrir en un mayor nivel de endeudamiento el próximo año.