Alicante
El Madrid agradece todos los regalos (3-1)
Los tres primeros goles, precedidos de jugadas irregulares; el 3-1, detalle de Filipe y Domínguez
MADRID- Fiel a su idiosincrasia, el Atlético terminó pegándose un tiro en el Bernabéu. Pudo salir goleado en el primer tiempo, lo evitó De Gea y llegó al descanso empatado a uno después de adelantarse en el marcador, con gol de Forlán, tras el fuera de juego de Agüero. Cobró Sergio Ramos el 1-1, precedido de falta, y cuando en la segunda mitad el Madrid dio muestras de agotamiento y el resultado era una incógnita, encajó el 2-1, también irregular. Marcelo, después de que Forlán tirara al palo, hizo falta al «Kun»; el árbitro, en permanente estado de abstención, no la señaló y Ronaldo no perdonó. El 2-1 invitaba a los rojiblancos a soñar; pero entre Filipe Luis y Domínguez regalaron el 3-1 a Özil. El Madrid aprovecha los regalos y se ve en semifinales.
Vale todo, decidió Mateu Lahoz, y se abstuvo. Escogió el estilo de los árbitros de la «Premier» –dejar que el fútbol fluya–, pero se empecinó en pitar con los ojos tapados. Apenas señalaba fueras de banda. Minuto 7: Agüero, en claro fuera de juego, recibe de Reyes, se interna, Casillas sale y le derriba. Penalti y expulsión. El balón llega a Forlán y marca el 0-1. Siete minutos después, Sergio Ramos escala por la espalda de Domínguez, falta, y marca de cabeza. Juanfran, que debutó de rojiblanco, pidió después mano de Ramos. La hubo. Involuntaria. Lo primero que señaló el colegiado fue una simulación de Di María que le costó la amarilla. Acertó. Luego volvió a abstenerse en medio de la tempestad que desató el Madrid sobre la portería atlética.
Con el santo de cara, al equipo de Quique le faltó temple para retar al eterno cuando llevaba ventaja. Incapaz de soportar la presión del Madrid, la pelota le quemaba. Raúl García se contagió de la abstinencia arbitral y ni siquiera estorbaba. Assunçao sólo hizo bien una falta y fue amonestado por frenar de mala manera a Cristiano Ronaldo, amenaza constante. Tiró hasta que se hartó porque le dejaban. No encontraba obstáculo en la frontal, tampoco Di María. Sólo De Gea evitaba que el balón llegara a la red y a Carvalho le hizo un paradón, junto al palo, que al portugués le desvelará algunas noches.
Otras noticias del primer tiempo: Benzema continúa como un pegote, quiere y no puede; Forlán volvió, Juanfran fue titular –estuvo bien, si se le compara con Raúl García– y De Gea, el mejor. Con 1-1 y sudores rojiblancos por la cantidad de veces que el gol rondó su portería –ocho por lo menos–, llegó el descanso. En la banda calentaban Kaká y Mario Suárez. Entró primero el atlético por el incomparecente Raúl. Benzema intuía que sería el siguiente. Es víctima de su falta de rigor y de la ansiedad de Mourinho por que le fichen un relevo. Lo va a tener.
Ni al entrenador del Madrid ni al del Atlético les cuesta establecer el duelo con la escala superior. Buscan la confrontación para satisfacer sus deseos. Quique se quejó tarde de la salida de Simao y con un entrenamiento alineó a Juanfran. Mourinho no oculta que Benzema no le complace y ya no necesita excusas para sustituirlo; el francés le colma de razón. Kaká le suplió a los 55 minutos cuando el partido entró en una aparente fase de equilibrio. El Madrid respiraba con dificultad; ya no generaba las ocasiones de antes.
Quien no cambió su forma de actuar fue Mateu Lahoz, no quería ver. Obvió con acierto las protestas de Sergio Ramos cuando Agüero se llevó el balón con el pecho, ignoró el agarrón del defensa al delantero y todo acabó con un remate de Forlán al palo. Pudo ser el 1-2. Continuó la jugada, Marcelo hizo falta al «Kun» en el centro del campo, nada, enésima abstención, y Özil regaló el 2-1 a Ronaldo. Del empate a la derrota en un suspiro y tres goles que nacieron en la irregularidad.
«Lo que no puede ser no puede ser y además es imposible», sentenciaron Tayllerand Perigod y el Guerra. O sea, el Atlético. Recuperado del espantoso ridículo que protagonizó el lunes en Alicante, compareció en el Bernabéu con otras maneras, más propias de un equipo de Primera, competitivo, pese a la manifiesta superioridad del adversario mientras tuvo fuelle. Rozó la gesta, lo que parecía imposible. Las paradas de David de Gea le sostenían en la Copa, el único trofeo al que puede aspirar. pero en la segunda parte, cuando más fácil lo tenía, se suicidó.
Pasó menos calamidades el Atleti en el segundo tiempo que en el primero. El Madrid estaba cansado y no llegaba tan fácil. Kaká no mejoró a Benzema y Casillas despejó un par de oportunidades rojiblancas. Con menos obstáculos por delante y a pesar del 2-1, la supervivencia atlética en la Copa no era una utopía. Discurría el encuentro hacia el final, marcador incierto, sin tanta visita a las porterías, cuando Filipe Luis tropezó con la pelota, Domínguez se cayó y Özil, testigo de la tragicomedia, no tuvo más remedio que rematar. Semejante donativo no era para despreciar. Lo dicho, «lo que no puede ser»...
Cristiano se estrena ante el Atlético
Entre los cientos de víctimas que tiene Cristiano no estaba el Atlético de Madrid... Hasta ayer. Se había enfrentado tres veces, todas en Liga, pero no marcó en ninguna, aunque en el encuentro de esta temporada dio un pase con la espalda que no sentó bien a los rojiblancos. Un magnífico centro de Özil y el enemigo vecino ya está en la lista de equipos goleados por «CR7».
- Ficha técnica:
3 - Real Madrid: Iker Casillas; Arebloa, Sergio Ramos, Carvalho, Marcelo; Khedira, Xabi Alonso; Di María (Granero, m.90), Özil (Gago, m.90), Cristiano Ronaldo; y Benzema (Kaká, m.56).
1 - Atlético de Madrid: De Gea; Ujfalusi, Perea, Domínguez, Luis Filipe; Juanfran (Valera, m.88), Assunçao, Raúl García (Mario Suárez, m.50), Reyes; Agüero y Forlán (Fran Mérida, m.78).
Goles: 0-1, m.7: Forlán. 1-1, m.14: Sergio Ramos. 2-1, m.61: Cristiano Ronaldo. 3-1, m.90: Özil.
Árbitro: Mateu Lahoz (colegio valenciano). Amonestó a Di María (27) y Cristiano Ronaldo (74) por el Real Madrid, y Assunçao (34) y Domínguez (85) por el Atlético.
Incidencias: encuentro de ida de los cuartos de final, de Copa del Rey, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante la presencia de 77.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del actor Juanito Navarro, socio 36 del Real Madrid.
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