Irán

Palabras obsoletas

La Razón
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El disidente cubano Guillermo Fariñas abandonó ya la huelga de hambre, y, bueno, ¿de qué le ha valido? Sólo para perder la salud, lo mismo que de nada sirvió tampoco que Orlando Zapata dejara su vida en otra huelga de hambre: si se van a liberar cincuenta y dos presos políticos, encarcelados porque su ideología no comulga con la injusticia de ese país sin libertades, gobernado por un par de sátrapas que exprimen hasta la última gota del jugo vital de cada uno de sus ciudadanos, que en su mayoría se someten al horror por miedo, y se conforman porque no les queda más remedio. En Florida, desde el exilio, quienes allí viven observan con escepticismo esta salida, fruto de las conversaciones de la UE y el clero de la isla con el dictador; ahora nos los irán enviando, serán unos desterrados, envueltos en la falsa túnica de liberados. ¡Manda huevos!, desterrados, yo creía que esa palabra estaba fuera de uso. Pero no, hay palabras que no se pueden eliminar del diccionario, otro ejemplo es lapidación, que nos suena a Edad Media, sin embargo se maneja en la prensa como si tal cosa cuando se habla de países islamistas. Irán, sin ir más lejos. Bueno, pues la magnanimidad de los ayatolás o de Ahmadineyad, no sé, ha suspendido o retrasado la lapidación de una mujer condenada por adulterio ante la presión internacional. Distintas cosas pero que convergen en una, que el resto del mundo reprueba actitudes que atentan contra los derechos humanos y las libertades. Me pregunto si algún día todos los países del planeta viviremos equiparados e igualados en la riqueza en la evolución y en la modernidad, si desaparecerá la represión y la tiranía.