Unos 64000 alumnos de cuarto de ESO se estrenan en la prueba de evaluación

BARCELONA– Cuando Artur Mas asumió la presidencia de la Generalitat, anunció que protagonizaría un «combate a muerte» para que, en dos legislaturas, el número de alumnos que abandonasen prematuramente los estudios se redujese a la mitad e igualase la media europea. Actualmente, tres de cada diez jóvenes no consiguen el título de ESO. Para revertir lo que según CiU ha sido «una de las peores herencias del tripartito", la consellera de Enseñanza, Irene Rigau, apostó por tener su propia prueba de evaluación y no contar como única referencia con los resultados del Informe PISA en cuanto a las competencias de los estudiantes de ESO.
Así, hoy se estrenan ante este examen no vinculante un total de 64.303 alumnos de cuarto de ESO, que defenderán sus conocimientos en sendas pruebas de lengua castellana e inglés o francés –más de 60.000 optarán por la primera como lengua extranjera–. Mañana le tocará el turno al catalán –79 alumnos harán la prueba en aranés–, y las matemáticas.
El modelo de examen ha sido diseñado de forma externa por el Consell Superior d'Avaluació del Sistema Educatiu y excluye al 5,91 por ciento de los alumnos. Una cifra que, según fuentes de la conselleria, comprendería a extranjeros recién llegados que lleven uno o dos años en el sistema, alumnos con necesidades educativas específicas (NEE) y enfermos de carácter prolongado.
Las expectativas del Govern con los resultados de la prueba están en consonancia con el último informe PISA de 2009, que se centró en la comprensión lectora, y que arrojó una lectura «interesante», según indicó ayer el presidente del Consell Superior de Avaluació, Joan Mateu. El barómetro educativo de la OCDE desprendió que «sólo» el 14 por ciento de los catalanes no tenían las competencias mínimas.
El Govern publicará los resultados de la prueba de evaluación en el mes de marzo de forma «genérica», sin dar un «ranking» de escuelas y estudiantes.

Encierros contra los recortes en educación
Centenares de docentes de unos 60 centros de Primaria y ESO, así como de las universidades UB, UdG, UdL y UPC protagonizaron ayer encierros contra los recortes del Govern. Los trabajadores de colegios e institutos denunciaron que la conselleria ha igualado la partida educativa a niveles de 2007 y reducido en dos años un 12% del presupuesto. Es la segunda oleada de cierres tras la vivida el día 8 de febrero.