Sevilla

El nuevo alcalde tiende la mano pero también levanta las alfombras

Juan Ignacio Zoido pretende llevar a cabo un traspaso de poderes «tranquilo y modélico», aunque también con todas las cartas sobre la mesa.

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Para ello, al mismo tiempo que anunció que mantendrá reuniones «pronto» con el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, y el primer teniente de alcalde, Antonio Rodrigo Torrijos, mostró su intención de entregar al interventor «todas las facturas que haya pendientes», así como encargar auditorías «de todas las áreas y empresas municipales», con el objetivo de conocer la «deuda real» del Ayuntamiento.

Y es que tras la efervescencia del triunfo por mayoría «absolutísima», llega el momento de abrir los cajones y levantar las alfombras con inquietud, pues la situación económica del Consistorio puede ser aún peor de lo reconocido. «Me preocupa que haya una deuda que no esté reconocida y, además, que sea con proveedores, porque lo más urgente es pagarles para que a su vez puedan pagar a los que a ellos les hayan proveído y a sus propios trabajadores, para que no tengan que pasar por problemas económicos», indicó.

Del mismo modo, el alcalde electo ha dado orden a los miembros de su equipo para que «empiecen ya a tomar contacto con los distintos delegados y funcionarios, de cara a planificar el cambio tranquilo, porque no hay tiempo que perder». Zoido reconoció que asume una «gran responsabilidad»: demostrar que es posible otra forma de gobernar a la practicada en Sevilla en los últimos años. «Queremos llevarlo a la práctica y ser ejemplares a la hora de hacerlo, pondremos todo el esmero en ello, porque es importantísimo empezar con buen pie esta nueva era en el Ayuntamiento», afirmó.

«No va a haber nada raro»
Para esa etapa diferente, el nuevo alcalde prometió a partir del 11 de junio «mayor transparencia y garantías de que no va a haber nada raro, pues estoy obsesionado con recuperar la confianza de los ciudadanos en la primera institución de Sevilla, el Ayuntamiento». Así, auguró que «la prepotencia y la arrogancia pasarán a la historia, porque mi gobierno será generoso con todos y se dará participación y entrada a la oposición en los consejos de administración de todas las empresas públicas, a pesar de que de ellas se ha expulsado al PP en el último mandato».

Igualmente apuntó otra de sus obsesiones, abrir las puertas del Ayuntamiento a los sevillanos. «Tienen muchas ganas de participar en la gestión, ser cómplices y protagonistas del desarrollo de su ciudad, así que vamos a arbitrar medidas para que lo puedan hacer, entre ellas a través de la administración electrónica y las redes sociales, que son cauces muy importantes al servicio de los ciudadanos para que haya una mayor y mejor interlocución».

Asimismo, Zoido adelantó que no va a cambiar su modo de entender la política, muy apegada a la calle, tan sólo por llegar a la Alcaldía. «Un alcalde tiene que estar en el despacho el tiempo que tenga que estar para resolver los asuntos que así lo requieren y, al mismo tiempo, en la calle porque no se puede perder el pulso ni la opinión de los ciudadanos, verles la cara, mirarles a los ojos, escuchar de viva voz sus problemas, compartir con ellos las soluciones y, después de buscarlas y razonarlas, tomar una decisión y una vez que se toma que sea firme», resumió el alcalde electo.