Las ideas claras por Iñaki Zaragüeta

Los plazos son muy largos en política, por más que muchos interpreten lo contrario. Recuerdo al expresidente de las las Cortes Valencianas, Antonio García Miralles, cuando afirmaba «la política es cuestión de cintura». Así se han alargado en el tiempo muchos de los que se dedican o dedicaron a eso de la Cosa Pública.

Digo esto por la forma de actuar del presidente Alberto Fabra, una escuela semejante a la de Mariano Rajoy. Que pierdan los nervios los demás. Su batalla por la transparencia la ha abanderado desde su llegada al Palau. Primero fue la destitución de los cargos en el organigrama de la Generalitat. El jueves lo hizo con quienes ocupaban cargos en el grupo parlamentario.

Después, sólo el conoce su modo de medir el tiempo, lo adelantó el vicepresidente José Císcar en la referencia de la reunión del Consell «el presidente es firme en su principio de ‘tolerancia cero' pero entiendan que cada proceso judicial, cada decisión que toma el Gobierno valenciano, tiene sus tiempos y tiene sus momentos, pero que no ha variado ni va a variar ni un ápice ese compromiso». Muy claro, como claro es el acoso al ya exportavoz Rafael Blasco. Así es la vida.