Francia

Malí cree «más difícil» la liberación de los cooperantes tras la ejecución del francés

La operación de rescate conjunta de Francia y Mauritania para liberar a un francés a finales de julio, y que acabó con la muerte del rehén, ha hecho «más difíciles» las negociaciones sobre la liberación de los dos cooperantes españoles que permanecen secuestrados por Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI), según advirtió a Reuters una fuente del Gobierno de Malí.

Roque Pascual, de 51 años, está casado y tiene dos hijos. Vilalta, de 35 años, fue herido en una pierna durante su captura
Roque Pascual, de 51 años, está casado y tiene dos hijos. Vilalta, de 35 años, fue herido en una pierna durante su capturalarazon

El operativo y la posterior decapitación del francés Michel Germaneau «complicará o incluso retrasará las cosas», explicó la fuente, que pidió permanecer en el anonimato. «Los contactos son ahora más difíciles, con interrupciones, pero seguimos optimistas porque siempre hemos optado por las negociaciones y no por la opción militar», agregó, en defensa de un procedimiento de diálogo que AQMI «conoce».
La red de Al Qaida mantiene secuestrados desde noviembre a los cooperantes de la ONG Barcelona Acció Solidaria Albert Vilalta y Roque Pasqual, capturados cuando viajaban en un convoy de ayuda humanitaria en el que también se encontraba la cooperante secuestrada Alicia Gámez, puesta en libertad el pasado mes de marzo. La semana pasada, el secuestro de los dos cooperantes se convirtió en el más largo perpetrado por Al Qaida en la zona del Magreb. Aunque el Gobierno de Zapatero evita dar detalles sobre la marcha de las negociaciones, siempre ha insistido en que tienen constancia de que «se encuentran en buen estado».
Ayer también se supo que el tribunal de apelaciones de Nuakchot retrasa hasta hoy la revisión de la sentencia contra el principal condenado por el secuestro de los cooperantes, Sid'Ahmed Ould Hamma, alias Omar Sahraoui. El máximo responsable del triple rapto recibió el pasado 21 de julio una sentencia de 12 años de prisión y fue condenado al pago de una multa de cinco millones de ouguiyas (unos 13.700 euros).