Los hombres del Papa para la evangelización

La lista de elegidos encaja con los objetivos anunciados en «Ubicumque et semper». Éstos eran: estudiar las iniciativas de nueva evangelización de los últimos años (para eso se han elegido arzobispos que conocen realidades evangelizadoras nuevas y nuevos movimientos, como George Pell de Australia y Odilo Pedro Scherer de São Paulo), promover el Catecismo de la Iglesia Católica, de cuya publicación se cumplen 20 años en 2012 (el cardenal Schonborn, de Viena, es un buen especialista en el Catecismo), aprovechar los «progresos en las ciencias de la comunicación» (para eso se cuenta con Claudio Maria Celli, presidente del Pontificio Consejo para las Nuevas Comunicaciones, y el arzobispo de Nueva Yok, Timothy Dolan, que tiene «buena mano» para los medios y ha librado desde su blog ya un par de contiendas con éxito popular contra el todopoderoso «The New York Times». Por otra parte, como explicaba a LA RAZÓN en mayo de 2009 el obispo Dominique Rey de Toulon (Francia), un experto en nueva evangelización, «los cristianos atrapamos los peces por la cabeza, es decir, el Señor quiere empezar la nueva evangelización tocando el corazón del obispo, para pasar de un enfoque de "gestión y mantenimiento"a un cristianismo de engendramiento». Encontrar obispos así será la función del prefecto de la Congregación para los Obispos, el canadiense Marc Ouellet, que viene de la muy descristianizada Quebec, donde desarrolló con éxito muchas iniciativas creativas. Y para dar a conocer «lo peor de lo peor» estará el arzobispo Léonard, de Bruselas, en la secularizadísima Bélgica y sede del Parlamento Europeo, donde grupos de presión laicistas operan en pasillos para arriconar la presencia cristiana.


Roma gana cuatro asesores españoles
Adolfo González Montes, obispo de Almería, es el único español miembro del Consejo para la Nueva Evangelización. Es el responsable de Ecumenismo de los obispos españoles y su representante en Bruselas ante los obispos europeos. El Papa además designó ayer al obispo de Alicante, Rafael Palmero, y al médico barcelonés Josep Mª Simón Castellví, como miembros del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios. Y en el Pontificio Consejo «Cor Unum» (el «ministerio de solidaridad» vaticano) el sacerdote español Segundo Tejada fue ascendido a subsecretario.