Hospitales

Calidad de vida y ahorro por José Andrés MORENO

La Razón
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Si se demostrara que no existe una evidencia significativa entre un tratamiento de tres meses y otro de seis, sería enormemente beneficioso para los pacientes en cuanto a la calidad de vida, pero también desde el punto de vista económico.

En primer lugar, el objetivo es reducir los tiempos de tratamiento, porque los efectos secundarios se hacen más importantes con el paso del tiempo. De hecho, cuanto más tiempo dura la quimioterapia, existe una mayor posibilidad de que se produzcan esos efectos.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que, al disminuir el tiempo del tratamiento, no sólo se reduce a la mitad el coste directo de los fármacos, sino también la atención de posibles complicaciones –como pueden ser las alteraciones hematológicas–, además de otros costes secundarios. No hay que olvidar tampoco las repercusiones laborales y familiares de las que se puede beneficiar la vida del paciente. Y, por supuesto, la importancia que tiene el componente psicológico.

Con el cáncer mama, hace ya muchísimos años, se demostró que doce meses de tratamiento no son obligatoriamente mejores que seis. Ése fue un cambio importante y quedó claro que la reducción en los tiempos era plausible. Ahora, en relación al proyecto que inicia el Caiber, el siguiente paso será ver los resultados que arroja el análisis intermedio. Si se observa que en el grupo sometido a quimioterapia reducida se dan más recurrencias –es decir, que la enfermedad haga de nuevo acto de presencia–, habría que parar el ensayo.


José Andrés Moreno
Oncólogo y académico de la Real Academia de Medicina de Sevilla