Benedicto XVI

El milagro que necesitaba Pablo VI

Se acelera su proceso de beatificación al atribuírsele la curación de un bebé que los médicos proponían abortar

Wojtyla
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MADRID-Pablo VI, el Papa que guió la nave de la Iglesia de 1963 a 1978, por las agitadas aguas del post-concilio, puede que sea proclamado beato el año que viene, ahora que el equipo de teólogos de la Congregación para las Causas de los Santos ha expresado su voto favorable después de analizar con detenimiento su figura y sus obras.

El próximo 11 de diciembre se consultará al respecto a los cardenales y los obispos que forman parte de esta Congregación. Por lo general, cuando los expertos y teológos dan el visto bueno a las obras y textos de un candidato, los cardenales y obispos no suelen poner muchas objeciones.

Por eso es probable que, en un próximo consistorio que trate beatificaciones y canonizaciones, algo que tendría lugar antes de Navidad, Benedicto XVI pueda promulgar el decreto que reconoce las «virtudes heroicas» del PapaGiovanni Battista Montini.

A partir de ese momento, ya sólo haría falta que la Iglesia reconociese un milagro producido por la intercesión de Pablo VI, producido después de su muerte. El postulador de la causa, el padre Antonio Marrazzo, tiene localizado un caso que puede cumplir con todas las condiciones: la curación médicamente inexplicable de un bebé en el seno materno hace 16 años en California, algo que tiene una potente carga simbólica, ya que Pablo VI es el autor de la encíclica "Humanae Vitae"de 1968, en la que la Iglesia reafirma su defensa del ser humano desde la concepción hasta la muerte natural y pide que la medicina se use para combatir el dolor y la enfermedad, no para eliminar enfermos ni seres humanos por nacer.

El milagro tiene todos los ingredientes para una gran historia de vida y esperanza. Los médicos habían encontrado graves problemas en el feto, daños cerebrales en el bebé, y sugirieron a la madre que se practicara un aborto. Pero la mujer no hizo caso de la "solución"de los médicos y oró pidiendo la intercesión de Pablo VI desde el Cielo. El niño nació sin ningún problema. Como en otros casos similares, puesto que la normativa pide que la curación sea duradera y clara, el comité médico de la Iglesia ha esperado a que cumpliera 15 años el chico para atestiguar su salud sin secuelas. Formalmente, la investigación vaticana sobre el milagro debe iniciarse después de proclamarse las virtudes heróicas, pero en este caso hay tanta documentación recopilada y ya analizada que el proceso puede ser bastante rápido.

Pablo VI presidió tres de las cuatro sesiones del Concilio Vaticano II y durante su Pontificado se generalizaron los cambios en la misa , que abandonó el latín por las lenguas vernáculas (aunque esto no era una petición del concilio) y cambió diversos aspectos del ritual.