Benedicto XVI

Líderes religiosos de todo el mundo buscan la paz para el Próximo Oriente

La iglesia de Santa María del Mar, en Barcelona, acogió ayer una misa conjunta entre cristianos y ortodoxos con la que se dio inicio al Encuentro Internacional por la Paz de Sant'Egidio. La cumbre se alargará hasta mañana y reunirá a líderes religiosos de todo el mundo

Líderes religiosos de todo el mundo buscan la paz para el Próximo Oriente
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El cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, presidió la eucaristía a la que acudieron unas 3.000 personas católica junto a diversos cardenales. Representantes de una treintena de tradiciones católicas asistieron a la ceremonia. Tras escuchar el evangelio, el patriarca de la Iglesia Ortodoxa de Moscú, experto en ecumenismo (movimiento que intenta la restauración de la unidad entre todas las iglesias cristianas), pronunció una homilía centrada en la fuerza de la plegaria en el mundo.

Sistach destacó en sus palabras lo fructífero que han resultado los encuentros religiosos iniciados desde 1986 y definió a todos los participantes como «servidores humildes de la convivencia y la paz». Benedicto XVI bendició esta misa a través de un mensaje leído al final del acto en el que hizo un llamamiento a «no desfallecer en el diálogo, que definitivamente elimine malentendidos y desconfianza».

Tiempos de crisis

Horas después, el Palau de la Música acogió el acto de inauguración del Encuentro Internacional por la Paz, que en esta ocasión lleva el lema «Convivir en tiempos de crisis». Los temas principales del debate de estas jornadas van a ser las diferentes vías para conseguir la paz, la convivencia con el fenómeno de la inmigración y el combate contra el racismo. También se quiere dar importancia a la necesidades de ayudar a los más desfavorecidos en tiempos de crisis, pero si un asunto va a centrar las reflexiones religiosas, éste va a ser el conflicto del Próximo Oriente.

Desde ayer y hasta mañana, medio millar de representantes de diferentes religiones intentará que sus debates sirvan para sembrar el «germen» de la pacificación en tierra santa.
Sistach subrayó en el acto del Palau de la Música que «urge trabajar» para lograr la paz entre árabes e israelíes. Para demostrar la importancia que tiene este conflicto para los organizadores del congreso, este año la Comunidad de Sant'Egidio rompió con el protocolo habitual e hizo del acto inaugural un foro de debate, en el que participaron el ministro de los Awqaf y de los Asuntos Religiosos de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Al-Habash, y el ministro de Relaciones Diplomáticas y de la Diáspora de Israel, Yuli Yoel Edelstein. Ambos defendieron la necesidad de retomar el proceso de paz auspiciado por EE.UU. y que en estos momentos parece destinado al fracaso.

«Si este último intento de diálogo se rompe definitivamente, y esperemos que no sea así, es necesario seguir trabajando por la paz con la colaboración cotidiana y abordar temas urgentes como el problema del agua», dijo el diplomático israelí. A la inauguración acudieron el presidente de la Generalitat, José Montilla y el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu.


La Comunidad de Sant'Egidio
La Comunidad de Sant'Egidio es la organizadora del Encuentro Mundial por la Paz. Fundada en Roma en 1968, a la luz del Concilio Vaticano II, esta comunidad es un movimiento de laicos al que pertenecen más de 50.000 personas centrado en la evangelización y la caridad en más de 70 países. Quiere remarcar la importancia de ayudar los pobres y los necesidades, ahora más que nunca. De hecho, esta es la vocación de la comunidad, que está en Barcelona desde el 1989, ayudando gente que vive en la calle. Su reto de paz los ha llevado a hacer de mediadores en los conflictos.